Ciudad de México. 14 de agosto de 2018 (Notimex).- Estudiantes del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), campus Puebla, desarrollaron un prototipo de parche a base de sábila para apoyar en la curación de heridas leves como raspones, cortaduras o quemaduras leves por el Sol.

Para determinar las sustancias activas que dieran carácter y objetivo a su producto, los estudiantes de biotecnología María José Morales Escalante y Ramón Iván Puón indagaron las propiedades de la sábila y en su investigación documental se reportaban cualidades regenerativas en tejido cutáneo, además de una acción antiséptica que previene infecciones.

Como parte de los proyectos para la asignatura de Desarrollo de Alimentos y Bioproductos, decidieron usar aloe vera y presentarlo como parche. A este producto lo denominaron “Vera Patch” y lo pensaron como un insumo práctico entre la comunidad estudiantil de su campus.

De acuerdo con la agencia informativa del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), el producto es un hidrogel, ya que tiene textura gelatinosa y se adhiere a la piel debido a su contenido de agua, es decir, el parche al entrar en contacto con la piel, éste absorbe el agua y le da cierta adherencia, por lo que no fue necesario el uso de adhesivos.

El propósito es ayudar en la curación de heridas leves en la piel, como quemaduras por el Sol, cortaduras o raspones.

Para la presentación del parche a base de hidrogel, se incluyen también otros componentes con los que adicionaron la fórmula, como el diclofenaco, un fármaco que funciona como analgésico y antiinflamatorio.

También dos tipos de polímero como agentes gelificantes para darle textura, un fungicida para evitar la generación de bacterias u hongos y extracto de lavanda para otorgar un aroma agradable.

En cuanto al diseño, se eligió la forma circular con una dimensión aproximada de seis centímetros de diámetro, aunque el tamaño se puede expandir, dependiendo del molde que se utilice para su fabricación.

Cuando el polímero ya fue elegido, los alumnos decidieron añadir otros compuestos a la fórmula, pues notaron la formación de hongos en sus primeros prototipos, así que adicionaron un fungicida empleado en cosméticos, además de extracto de lavanda para modificar el olor del parche, luego de realizar una encuesta entre posibles usuarios sobre el olor y la presentación del parche.

El desarrollo de este prototipo se llevó a cabo en el Laboratorio de Biotecnología del ITESM, y sus primeras pruebas arrojan una permanencia del parche de al menos ocho horas y mejoras registradas en heridas leves en un promedio de uno a dos días.

Los jóvenes universitarios trabajan en mejorar su prototipo, pues no descartan que puedan comercializarlo en un futuro.