• Las mujeres del medio rural son las más afectadas por las consecuencias de esta enfermedad.

Ciudad de México. 27 de septiembre de 2017 (Agencia Informativa Conacyt).- De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2014 el mundo tenía más de mil 900 millones de adultos mayores de 18 años con sobrepeso, de los cuales alrededor de 600 millones eran obesos.

En México, y a través de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de Medio Camino 2016 (Ensanut MC), se ha encontrado que 36.3 por ciento de los adolescentes y 72.5 por ciento de los adultos tienen sobrepeso y obesidad y que la prevalencia de estos padecimientos ha aumentado considerablemente entre 2012 y 2016, sobre todo en las mujeres de comunidades rurales del país.

Al respecto, la doctora Teresa Shamah Levy, directora de Vigilancia de Nutrición del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) y responsable de las Encuestas Nacionales de Salud y Nutrición desde 1999, explicó en entrevista para la Agencia Informativa Conacyt la importancia que representa este aumento en las cifras de sobrepeso y obesidad y las estrategias que se deberían emplear para revertir los números.

Los datos de la Ensanut 2012 y las cifras de medio camino (Ensanut MC 2016) han mostrado que ha habido un aumento en la obesidad en mujeres adultas, ya que en 2012 se tenía una prevalencia de 70.5 y pasó casi a 73 por ciento.

Para mujeres adolescentes de 12 a 19 años, la prevalencia sumada en sobrepeso y obesidad estaba en 35.8 y pasó a 39.2 por ciento, es decir, casi aumentó un punto porcentual por año lo que significa un aumento considerable de acuerdo con la directiva.

Dicho aumento se da tanto en sobrepeso como en obesidad, por lo que se vuelve un problema acumulativo que alcanza estadísticas donde siete de cada 10 mujeres sufren estos padecimientos.

“Esto es un grave problema de salud pública porque hablar de siete de cada 10 es un fenómeno de contención y si hablamos de las niñas de cinco a 11 años que tienen una prevalencia de 32 a 32.8, si bien no es un aumento grave, se observa que hay una tendencia a que esto ocurra en los siguientes años”, señaló.

Mujeres rurales, las más afectadas

El grave problema que se observó en la encuesta de 2016, dijo, fue un aumento impresionante en la prevalencia de sobrepeso y obesidad en mujeres en todos los grupos de edad, especialmente en el medio rural.

Tal señalamiento representa un dato de gran importancia porque en las mujeres adultas de la población rural de 20 a 49 años, la prevalencia aumenta de 69 a casi 75 por ciento, lo que sobrepasa la prevalencia nacional.

Además, de acuerdo con la especialista, hay un aumento impactante de casi diez puntos porcentuales en las mujeres adolescentes, quienes pasan de un 27.7 a 37.2 por ciento, y en mujeres en edad escolar aumenta de 24 por ciento a 26 por ciento.

“Aquí el grave aumento es en mujeres adolescentes y en mujeres adultas del medio rural. Es decir, se está cerrando la brecha que observábamos entre el medio rural y el medio urbano porque se comienzan a adquirir patrones que están ya arraigados en las ciudades”, explicó Teresa Shamah.

Comparado con las mujeres, la población de hombres adultos ha mostrado una estabilización en el sobrepeso y obesidad; aunque la prevalencia sigue siendo alta es la misma de 2012 a 2016 con 69.4 por ciento.

Por otro lado, con los hombres adolescentes, es decir, de 12 a 19 años, hay una prevalencia estancada de 34 por ciento desde el año 2012 al 2016 y hay una ligera disminución para los escolares de casi 37 por ciento a 34 por ciento.

Enfrentando los números

Ante las cifras otorgadas donde la comunidad rural del país, especialmente las mujeres tienen mayor impacto negativo, la doctora Shamah Levy consideró que gran parte de este problema se debe al fácil acceso que hay actualmente a los alimentos de alta densidad energética y a la disminución progresiva de la actividad física característica de las comunidades.

“Hay un mayor acceso a alimentos procesados como frituras o botanas y, por otro lado, se ha perdido esto que tradicionalmente caracterizaba al sector rural: que había mayor actividad física por las actividades propias de las comunidades, y las mujeres hoy permanecen en sus casas, sus actividades normalmente son sentadas, ya no caminan lo que caminaban antes”.

De acuerdo con la especialista, en las mujeres urbanas también hay un aumento muy importante. Sin embargo, el aumento en la prevalencia en el sobrepeso y obesidad de las mujeres adolescentes ha crecido impactantemente independientemente de que se trate de comunidad rural o urbana.

Estos datos resultan preocupantes para la directiva porque es un indicador de que ellas son las futuras mujeres adultas que presentarán sobrepeso y obesidad con todas las consecuencias que el padecimiento trae en todos los niveles.

Acciones para emprender

“Este es un fenómeno en el cual hay que prestar atención, sabemos que hay acciones del gobierno de dar ayuda alimentaria sobre todo a los más desprotegidos que en general se encuentran en zonas rurales, pero hay que valorar el tipo de ayuda que estamos dando”, señaló.

Mencionó que se han hecho esfuerzos a través de las campañas de prevención que han existido, como la conocida actualmente “Chécate, mídete y muévete”, que es la estrategia global del gobierno federal y que busca la prevención del sobrepeso, obesidad y diabetes.

Ante estos resultados se busca que todas las acciones de educación tengan un monitoreo y vigilancia permanente y cercana para que se cumplan las normas de porciones adecuadas, aunado a la medición del peso y la estatura de los niños.

No bastan las estrategias de orientación nutricional como talleres y otros medios de educación si la población no se ha empoderado de la idea ni se ha identificado con estos tipos de campaña.

“Se puede decir que las campañas son adecuadas. Sin embargo, no hay acciones puntuales para que permeen en la población, además deben tomarse medidas en el sector industrial donde haya concienciación de la causa y mejorar estos resultados”.