Desde hace unos días en La Piedad hay anuncios por perifoneo, en taxis, vía redes sociales y hasta volantes de que habrá una marcha de este miércoles 2 de mayo protestando contra la ilegalidad y las medidas arbitrarias de la Policía Michoacán.

Hasta ahí no hay problema, son ciudadanos manifestándose en contra de algo que no están de acuerdo. Donde la puerca torció el rabo es cuando dicen que van a bloquear todas las entradas y salidas de La Piedad.

Todos en La Piedad y la región sabemos de arbitrariedades de las autoridades. Conocemos historias de extorsión, de corrupción y de estafa. ¿Pero bloquear a toda una ciudad va a contribuir a solucionar este problema?

No sé si vayan a lograr su objetivo de eliminar el Mando Unificado o quitar los excesos. De lo que sí estoy seguro, es que se van a ganar el repudio de muchos de los 100 mil habitantes de La Piedad. Claro, si es que realizan esta acción.

Está demostrado que esas acciones no benefician a quien las hace. El mejor ejemplo de esto es la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, la famosa (CNTE). Pero además quienes se quejan son los transportistas y taxistas. ¿En serio?

En La Piedad el pasaje de camión urbano es más caro que en la Ciudad de México, León o Guadalajara. Casi todas las rutas confluyen a los mismos lugares. En muchos casos no cumplen sus destinos, ni horarios. Pregunten en el ITLP, en la Vasco o el ICATMI

El servicio de texis no es mejor, salvo honrosas excepciones, los choferes no conocen las calles. No hay un tarifario claro ni usan taxímetro. Las unidades son viejas e incómodas. Llegan al extremo de enojarse con el usuario si este no trae cambio (me ha pasado).

Claro que la autoridad tiene gran parte de la culpa, no han sabido atender ni entender el problema del transporte. Esto ha provocado que sea el automóvil sea el rey y hasta un semidios en el municipio. Todo por abandonar, mirar hacia otro lado y patear el bote.

Tenemos que tener claro que una ciudad en la que vale la pena vivir es aquella donde los pudientes se mueven en transporte público; no donde todos tienen auto. Los manifestantes deben que reclamar sí, pero también verse en un espejo autocrítico.

El éxito de UBER no es su precio, es su servicio. La realeza de Holanda se transporta en bicicleta no por pose, sino por practicidad. Uno se mueve en metro en Paris porque es rápido. Tomas un taxi en Londres porque los choferes te saben llevar al sitio a dónde vas porque antes hicieron un examen.

Pero el éxito también radica en una autoridad que pone reglas claras, parejas, no se presta a corrupción, ni otorga concesiones como dádivas políticas. Pero sobre todo toma decisiones y asume los costos políticos de las mismas.

Mientras tanto, les sigo preguntando a quienes se manifestarán mañana y encerrarán a 100 mil habitantes… ¿SE SOLUCIONA ASÍ UNA ILEGALIDAD CON OTRA?

Pregunta muy indiscreta: ¿También se manifestarán políticos y funcionarios públicos que gozan de concesiones de camiones y taxis o sólo mandarán a sus choferes?

Pregunta súper indiscreta: ¿Las autoridades van a dejar cerrar todos los accesos y salidas o para no variar mirarán a otro lado permitiendo otra vez la ilegalidad?