El círculo de la violencia: ¿cómo saber si estás ahí?
Por: Josman Espinosa Gómez
Al parecer cuando hablamos de violencia, inmediatamente pensamos en golpes o maltratos físicos, pero hoy sabemos que es más que eso, pero uno de los problemas que vivimos al respecto es que se ha normalizado de tal forma, que cada vez es más difícil hacerla visible y por consecuencia, el denunciarla. Es así que para poder salir de esta espiral de malos tratos y pedir ayuda primero debes reconocer las señales del círculo o ciclo de violencia. Es por eso que es relevante puntualizar las etapas que componen esta dinámica:
- Calma: como todo al inicio, es una maravilla, el enamoramiento hace que no existan desacuerdos y que la relación transcurra como salido de un sueño; sin embargo, a medida que pasa el tiempo la víctima comienza a tener la sensación de que esta calma se mantiene gracias a que es uno la que no produce inconvenientes al potencial agresor.
- Acumulación de tensión: es la etapa donde aparecen desacuerdos que comienzan a hacer que el agresor muestre su verdadera personalidad. Aquí se muestra el maltrato psicológico a la pareja, basado principalmente en el control en todas sus formas. Es donde aparecen las señales de alarma a través de menosprecias, devaluar, insultar que al inicio parecen pequeños, sarcasmos molestos, ira contenida y peticiones descabelladas suelen aparecer en esta fase del círculo.
- Explosión: es donde se produce una descarga fuerte de las tensiones acumuladas y vienen las agresiones más graves, que pueden ser psicológicas, físicas o incluso sexuales, incluso llegando a mezclarse. Y es aquí donde la víctima empieza a justificar la actitud del agresor y a mostrar una falsa esperanza de que éste, en el mediano o largo plazo, cambiará para mejorar.
- Luna de miel: es donde el agresor empieza a compensar a la víctima y a prometer que no volverá a pasar, esto provoca una leve esperanza de cambio de la víctima maltratada, hasta que se vuelven a acumular tensiones y se repite el ciclo.
Una vez conociendo y visualizando estas etapas, el objetivo es salir de ese círculo. Las constantes disculpas y manifestaciones de arrepentimiento de la pareja agresora pueden hacer extremadamente difícil generar un quiebre en la relación o tan solo el pedir ayuda, el problema es que mientras más tiempo la persona maltratada se quede en esta relación abusiva, más violenta se volverá la otra persona y más difícil será poner un punto final. La persona agredida llega a sentirse deprimida, nerviosa e incluso puede comenzar a creer las mentiras del otro, justificando la agresividad y los malos tratos.
Según la psicóloga Leonore Walker, las víctimas del círculo de la violencia pueden llegar a pensar que sus reacciones y acciones no tienen impacto alguno en el cambio de conducta del agresor, lo que se suma a un efecto debilitador al momento de tomar decisiones y resolver problemas. Es cierto, las víctimas de violencia no tienen la culpa del infierno por el que pasan, pero está en ellas el identificar a un potencial agresor y alejarse de ellos. Ahora bien, si identifican que están inmersas en este ciclo, ninguna medida sobra: alerta a tus familiares, amigos o autoridades y pide ayuda a profesional de la salud mental, recuerda que lo más importante es tu vida y bienestar.
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