• El CJNG captura rentas de ganado de exportación en Norte de Jalisco

Por Agustín del Castillo

Juan C levantó la mano para hablar, visiblemente molesto. En medio de unos 70 productores, perplejos con su atrevimiento, dijo que el negocio que les proponía “La Plaza” de Colotlán (la célula local del Cártel Jalisco Nueva Generación) era un abuso que arruinaría los negocios ganaderos. Su protesta no fue secundada; sus vecinos contemplaban silenciosos e intimidados. Más tarde, fueron por él a su casa. Estuvo toda la noche fuera, y regresó golpeado y advertido. “Nadie más se atrevió a decir otra cosa”, narra un testigo.

El “aviso” entregado en esa reunión, realizada la última semana de octubre, era sobre algo que ya había entrado en operación: que “la maña” (el nombre coloquial que recibe la organización criminal) iba a controlar completamente el negocio del ganado bovino de exportación, y que había que entregarles 5 pesos de los 62 o 63 pesos que se les estaba pagando por kilogramo de ganado puesto en pie, en la frontera con Estados Unidos. El Norte de Jalisco es la única región del occidente mexicano que está libre de brucella y tuberculosis, y por ello, cuenta con el privilegio de exportación.  Los cinco pesos representan al menos la mitad de la ganancia real por entregar becerros de unos 230 kilogramos para engorda a los compradores estadounidenses.

De este modo, de un plumazo, los ganaderos de los municipios del árido norte de Jalisco, perdieron completamente el control de su negocio. Las primeras noticias que corrieron de este “acuerdo” impuesto, comenzaron el 3 de octubre de 2022 -corrió a ambos lados de la frontera, pues la región presenta una elevada migración desde hace un siglo-; coincidentemente, el mismo día en que el presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, anunció la firma del Acuerdo de apertura contra la inflación y la carestía (Apecic), firmado, entre otros, por grandes productores de cárnicos, presentes en el norte del país; en virtud de ese acuerdo, se eximen de trámites fitosanitarios y de pago de impuestos las importaciones de alimentos, en aras de controlar la inflación para los consumidores mexicanos.

Las reuniones “informativas” se dieron en los diez municipios de la demarcación, y como no se respondió a los primeros llamados, hubo que advertir que la cosa iba en serio. La agrupación criminal utilizó a los ganaderos más connotados de cada municipio para “encargarles” la operación del modelo. Por grado o por fuerza. A comienzos de noviembre, ya estaba allanado el camino. Y los pocos rebeldes ya habían sido amenazados. A Juan C., por ejemplo, le despojaron de todo el negocio de becerros, aunque no le tocaron la comercialización de bovinos de más edad, un premio de consolación. A Adolfo L., quien acudió a Guadalajara a protestar y fue conminado a disciplinarse, le espetaron un burlón “¿pudiste resolver algo?”.

La “Plaza” designó dos ganaderos responsables en los municipios de Colotlán, Villa Guerrero, Totatiche, Huejúcar y Huejuquilla, que deberán gestionar la red de control a favor de ellos en esas demarcaciones y las otras cinco que conforma la región: San Martín de Bolaños, Chimaltitán, Bolaños, Mezquitic y Santa María de los Ángeles. Todos los operadores se dedican al oficio de varias generaciones. No hay manera de que se zafen: el grupo criminal ha tenido acceso a toda la información oficial del Senasica (Servicio  Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria) y del Siniiga (Sistema Nacional de Identificación Individual del Ganado), que opera a nivel de cada municipio. Los burócratas locales son la “garganta profunda” que les mantienen actualizada la información que remite no solo a cada predio y ranchero, sino a cada animal que nace, pues debe ser registrado, lo que corresponde a un “arete” que es un código de seis dígitos aque permanece en un registro a nivel de cada asociación ganadera local.

becerros exportación Crimen Organizado

Esas asociaciones ganaderas locales son clave, también, porque emiten guías de tránsito y “formas valoradas” (una especie de factura, pues muchos productores no están dados de alta en Hacienda) que les entrega la Secretaría de Desarrollo Rural de Jalisco, las cuales son esenciales para mover el ganado hacia centros de acopio o rastros. Esta red ha sido controlada por amenazas o por corrupción, aunque lo normal suele ser una combinación de ambas, ante la virtual inexistencia de un sistema público de seguridad del Estado mexicano, que le dé alternativas a los responsables de las asociaciones o a los servidores públicos.

“El mensaje es que van  controlar todo el ganado que se mueve hacia la frontera, pero no queda muy claro que lo estén haciendo así; algunos ganaderos comentan que el destino real de los becerros son sitios de engorda ubicados en el país. Esto se debe al acuerdo contra la inflación que asumió el gobierno mexicano, y al hecho de que el precio por kilogramo ha subido a nivel nacional hasta casi equipararse con el que se paga con la exportación”, comentó un experimentado ganadero a El Economista.

Lógicamente, los denunciantes tienen temor y no desean ser identificados. Para prueba de que es un sentimiento generalizado, señalan que el asunto ha sido denunciado al líder de la Unión Ganadera Regional de Jalisco, Adalberto Velasco Antillón, quien se comprometió a hablarlo personalmente con el gobernador del estado, Enrique Alfaro Ramírez. Este diario intentó buscar la versión del líder gremial, pero no hubo respuesta. No obstante, apenas el 10 de noviembre, declaró sobre los problemas de extorsión y robo de ganado en la región de Los Altos de Jalisco: “lamentablemente, como muchas personas, no estamos viendo fácil los problemas de inseguridad. Hay ranchos abandonados como están, también lamentablemente, en otros estados. Y hay gente que tuvo que abandonar sus comunidades de origen, como ha pasado en Zacatecas y en algunos municipios de Jalisco; ya en algunas comunidades sí ha impactado” (https://heraldodemexico.com.mx/nacional/2022/11/10/familias-huyen-del-campo-ante-la-inseguridad-el-crimen-organizado-456294.html).

También se solicitó la versión del gobierno del estado, a través de la Sader (Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural), instancia que canalizó la responsabilidad a Asica (Agencia de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria de Jalisco), que al cierre de esta edición tampoco se había pronunciado sobre el tema.

Que los grupos criminales busquen las rentas de negocios prósperos no es novedad. En el caso del aguacate y del limón, en Michoacán, el modelo se instauró exitosamente, señala la consultora en seguridad y relaciones internacionales, maestra por la Universidad de Columbia, en Estados Unidos, Ruth G. Ornelas.

“Fueron los Caballeros Templarios (un cártel criminal que predominó en Michoacán entre fines de los años 90 y la primera década del siglo XXI), los pioneros en ese modelo de extorsión; porque ellos fueron los que realmente hicieron un trabajo aprovechando todo el capital social que tenían, porque obviamente, como eran gente local, estaban muy bien parados con las autoridades, estaban muy bien parados con las comunidades, etcétera. Entonces eso les permitió tener acceso, con algún burócrata corrupto, por ejemplo, en la junta local de sanidad vegetal que depende de Sagarpa (hoy se denomina Sader), tuvieron acceso a la radiografía de todas las huertas aguacateras existentes. Cuando tú ya tienes esa información, parece una nimiedad, pero cuando tienes esa información, para efecto de poder hacer las actividades de depredación y extorsión; ellos ya tenían información de algo observable, fácil de verificar”.

Con esa información, “ellos sabían de cada huerta, cuántos árboles aguacateros tenían. Ellos entonces hacían cosas como: aquellos que no exportan, les cobro por cada hectárea al año, 1,500 pesos; aquellos que sí exportan, les cobró tres mil pesos por cada hectárea sembrada. Eso, si tú ya lo comparas y lo contrastas con aquello que tú sacas a nivel anual, en producción, ya representaba entre 1 y 4 por ciento. Eso era nada más en relación con las hectáreas sembradas. Solo una parte del proceso de la producción. Después viene la cosecha, recolección, dos veces al año del fruto. Allí lo que sucedía, es que ya sé todo el panorama, ya sé cuánto va a producir cada árbol. Entonces empiezan por tonelada producida a cobrar 100 pesos. Al año representaba 119 millones de pesos, 0.5 por ciento; sacaban más de lo sembrado. Esto es nomás a una persona. Luego viene la etapa de comercialización, en esa etapa, a cada empacadora ya le cobran de 4 a 6 pesos por kilogramo de aguacate. Y si pones que son 250 empacadoras, pues hay montos que son millonarios”.

Todo este proceso, “fue básicamente armado por ellos. Llegaron al punto de regular, a poner las reglas. Pero en este proceso de deterioro no fue que llegaran a imponerse de un día a otro: primero las autoridades están coludidas o cooptadas. Después ellos mismos (los narcos) empiezan a decidir, si está el candidato equis, y griega y zeta, pero el zeta nos va a apoyar (a diputado, a gobernador o a presidente municipal) es el que nos conviene, entonces se van con él, y si no, de ahí empieza a derivar la violencia. Es donde se juntan los intereses políticos, los económicos y los de la delincuencia organizada”.

El modelo de control de la economía aguacatera en Michoacán, es el que se replica en el caso de la ganadería del norte de Jalisco, que produce por año unas 100 mil reses para el mercado de exportación de becerros. Si son animales de 230 kilogramos en promedio, a 62 pesos, dan casi 1,500 millones de pesos anuales.

“Acá los ganaderos empezaron a bajar los brazos. La orden se dio en toda la zona norte y hasta Puente de Camotlán (límite de los municipios de Bolaños y La Yesca, Nayarit). Yo me enteré hace como un mes, más o menos. La orden fue que el cartel les ordenó a quién vender, y además les cobra comisión al vendedor. Efectivamente, la orden es que ‘les decomisa el buen ganado (el de exportación) y les deja el malo para el consumo local. La ganadería es de las pocas buenas actividades económicas en la región. Tal vez no sea tan curioso que el ganadero oficial del cartel (al menos aquí en el pueblo) es un hijo de un ganadero de abolengo”, señala Ignacio, un comerciante de Totatiche.

“Pero la orden fue para todos: desde los grandes ganaderos que exportan hasta los hombres de campo que tienen unas cuantas reses; esto último lo supe por dos amigos de la familia, que a eso se dedican. Estamos en plena temporada de venta de ganado; hacia finales del año es cuando se vende lo que se engordó a lo largo del año. El caso ha generado mucho malestar”, añade.

becerros exportación Crimen Organizado

El negocio de producir becerros implica inversiones de más de 40 mil pesos anuales, por ejemplo, para un hato de 200 reses. Es necesario vacunar, pagar veterinario certificado, que hace pruebas a animales de forma aleatoria con costo de 300 a 350 pesos por bovino para renovar el certificado de ser un hato libre de brucella y tuberculosis, procedimiento que se renueva cada año.

¿Este ganado de alta calidad podría tener ahora distintos diferentes al de la frontera? Sería fundamental hacer el rastreo, pues los grupos criminales pueden controlar los puntos de inspección y las rutas carreteras hacia la frontera. Pero también tienen un modelo de “negocio” con los engordadores mexicanos, sea en los rastros tipo inspección federal, o sea en los sitios de engorda. El cobro es por góndola o “panzona”, un trailer cargado de reses llevados a mercados regionales. Solamente hay exenciones para movilizar bovinos en los mercados locales, siempre que no haya más de quince, o que sean reses viejas, muy preciadas en por los consumidores de la zona.

El doctor Rubén Ortega Montes, especialista en temas de crimen por la Universidad de Guadalajara, subraya: “Hay una naturalización de un control sobre los territorios de muchos años; están ejerciendo un derecho que se han autoasignado para cobrar sobre la economía, es un Estado dentro del Estado, es una extorsión para que a cambio de esa contribución, eviten que se les haga daño. Esto es una carga extra a las contribuciones que ya deben hacer los ciudadanos; el hecho de no ser escuchados implica complicidad o al menos inacción de las obligaciones por el Estado, que hace a éste cómplice por omisión, por cerrar ojos y oídos a las denuncias y quejas de los empresarios”.

Se trata de un fenómeno que se ha extendido por muchas regiones del país, y a la larga, ocasiona no solamente acciones violentas, sino que el miedo inhiba las economías y provoque pobreza y migración. “Es un dejar hacer y dejar pasar por gobiernos municipales que ya fueron, en el mejor de los casos, rebasados, y de los gobiernos estatal y federal, que si no actúan, serán rebasados también, y entonces, a quién van a acudir los ciudadanos”.

La corrupción y el miedo tejen las redes de información, “por eso se llama crimen organizado, actúan con inteligencia y tienen especialistas en todas las disciplinas; así como hay un brazo armado, hay un brazo de inteligencia, que exhibe la falta de ejemplaridad de un Estado que se ha visto empequeñecido por estas organizaciones complejas y bien estructuradas”, añade.

Lo cierto es que el “acuerdo” ya opera y los ganaderos del norte de Jalisco deben dejar en manos de terceros buena parte de sus ganancias. Algunos buscan estrategias de comercialización limitadas a las localidades de la demarcación, único nicho en lo que no interviene la “Plaza”, con precios más castigados ante un aumento de oferta que los comerciantes no tenían previsto. Otros buscan estrategias para mover sus hatos o dedicarse solamente al ganado “viejo”, muy apreciado en pueblos y ranchos. Al final, la no intervención del Estado mexicano condenará a muchos a dejar de invertir o a migrar en definitiva, para salvar vidas y patrimonios.

becerros exportación Crimen Organizado

LA CAPTURA DEL NEGOCIO GANADERO

1. Se obtienen todos los registros de los productores ganaderos a nivel predio y con detalles de cada becerro producido en el año. La información la aportan las asociaciones ganaderas locales, donde operan los sistemas de información federales

2. En esas mismas asociaciones locales, se emiten guías de transporte y “formas valoradas”, indispensables para poder mover legalmente el ganado

3. El norte de Jalisco tiene privilegios de exportación por ser zona libre de brucella y tuberculosis. Esa calidad se debe certificar por hato cada año. Ese proceso también está identificado y susceptible de controlar por la mafia

4. Con la complicidad vía amenaza o corrupción de esos servidores públicos, y laa información al día, el grupo criminal, que controla el territorio, anuncia que los ganaderos deberán pagar un “impuesto” especial por kilogramo de exportación, y obligan a ganaderos notables a colaborar con ellos.

5. La captura del proceso se completa con la ausencia de las fuerzas del Estado que pongan en predicamento la impunidad con que operan los negocios de estas redes criminales.

becerros exportación Crimen Organizado

CIÉNEGA Y EL BAJÍO, SUJETOS A LA EXTORSIÓN

La extorsión por grupos criminales a los ganaderos de Jalisco y Zacatecas está generalizada también en las regiones Los Altos, Ciénega, y El Bajío de Guanajuato y Michoacán, aseguran pequeños productores de Tototlán, Atotonilco y Ayotlán, en la región limítrofe de Jalisco y Michoacán.

“Eso les pasa a ellos, los del norte, con su ganado que pueden exportar, pero acá, sin ganado de exportación, se aplican las cuotas a todos los que mueven ganado hacia Guadalajara o hacia el Estado de México, que son los mercados más importantes de la carne de estas partes”, dijo a BRUNOTICIAS un líder cenecista que pidió se omitiera su nombre.

Explica que los pequeños productores, como es su caso, no viven el problema, que se da más bien a nivel de los acopiadores, que compran el ganado en todas las rancherías y luego lo concentran para enviarlo por las carreteras regionales. Para poderlo hacer sin riesgo, deben entregar de tres mil a cinco mil pesos por góndola, y se le ofrece al “comprador” del servicio de seguridad, una clave, para que el cargamento no sea retenido en ninguno de los puntos de inspección, hasta su sitio de destino.

“De algún modo, hemos vivido bajo esquemas de comercialización castigados, por los coyotes. Esos señores de los cárteles son ahora los nuevos coyotes”, secundó un pequeño propietario.

MÁS SOBRE LA EXPORTACIÓN DE BECERROS EN JALISCO Y EL CRIMEN…

MÁS EN BRUNOTICIAS

Esta y más información puede leerla, verla o escúchela en BRUNOTICIAS. Síganos en Facebook @Brunoticias. Nuestro Twitter @brunoticiass. En el Instagram @brunoticiasO bien puede suscribirse al canal de YouTube Brunoticias. Escuche nuestro Podcast Brunoticias en SpotifyApple PodcastGoogle Podcast o Anchor