Gran valor nutricional del agua pluvial

Texto y Foto por Salvador Y Maldonado Díaz.

TOTOTLAN, JALISCO, Agosto 2016.- El agua pluvial tiene mucho que aportar a la gran demanda del vital líquido. Máxime que cada vez aumentan los problemas por su disponibilidad.

Afortunadamente crece la conciencia para valorar el agua de lluvia como una alternativa para su aprovechamiento, lo que supone captarla y después almacenarla para  un determinado objetivo. Afortunadamente, en el sector rural, ya se tiene una creciente demanda de las llamadas bodegas de lluvia, como herramienta propicia para impulsar la actividad primaria.

Al respecto, el productor de maíz de Atotonilco El Alto, Jesús René López Ruelas, hizo notar que ya existen ejemplos muy evidentes de las ventajas de las bodegas de lluvia, las que son un valioso apoyo en el riego de hortalizas, aguacate y maíz.

Este entrevistado (que también se desempeña como director de Comercialización de la Secretaría de Desarrollo Rural de Jalisco),  citó el ejemplo del municipio de Tototlán en la Región Ciénega de Jalisco, donde con agua pluvial almacenada se riega un invernadero de jitomate, lo que supone aprovechar el potencial que se tiene con precipitación anual de lluvia de mil milímetros, lo que implica captar que en cada metro cuadrado un metro cúbico de agua.

Destacó que la captación que se logra del líquido vital de cada temporal, es  suficiente como  para canalizarla  en el riego de dos ciclos productivos de jitomate.

Otro ejemplo ya establecido, se tiene en una huerta de aguacate en Zapotlán El Grande, donde su propietario Luis Cisneros, ha establecido una obra de captación de agua en una superficie  de  18 mil metros cuadrados y que permite el almacenamiento de 22 millones de metros cúbicos, un volumen que  facilita el riego de 3 mil 200 árboles que actualmente tienen una edad de ocho años.

Como una ventaja adicional del agua de lluvia, este productor de aguacate hizo notar  que ha constatado que ha tenido rendimientos superiores en 15 por ciento en comparación con la fruta regada con agua de pozo, debido a una mejor calidad nutricional del agua de lluvia por su mayor contenido de nitrógeno.

En su caso, este fruticultor  indicó que también ha tenido a su favor el ahorro de energía eléctrica porque el terreno donde tiene sus obras de captación y almacenamiento cuentan con la topografía adecuada para la conducción del agua por gravedad.

Este productor hizo mención de que hay varias  modalidades en las obras  para la captación de agua, como son los recipientes a base de membranas de un polímero especial, además de los almacenes que se realizan  para la disposición del agua que se concentra en el techo de un determinado inmueble.

También se tienen las obras donde se almacena a partir de las cunetas de las carreteras o de algunos arroyos o de algunas laderas por donde pasa el líquido en los periodos veraniegos del temporal. Apuntó que estas diferentes variantes de las bodegas de lluvia, muestran que hay una mentalidad abierta de la gente del campo (y de la ciudad) en valorar el agua pluvial,  de modo que ésta se aproveche al máximo.

Ambos entrevistados subrayaron que, si bien, al principio hay que hacer inversiones importantes en  la adecuación de las obras de infraestructura de captación y almacenamiento, los recursos gastados después se recuperan con las utilidades generadas en los cultivos.

López Ruelas puso como ejemplo que una obra de captación de 800 metros cuadrados para una bodega almacenadora de 800 metros cúbicos, traería  un costo de inversión de 800 mil pesos.

Subrayó que ante el hecho de que 85 por ciento de la superficie cultivable de Jalisco es de tierras que dependen del temporal de lluvias, hay necesidad de la multiplicación de obras de captación y  almacenamiento de este recurso hídrico.

René López recordó que esta nueva mentalidad de aprovechar el agua pluvial, es resultado de la tarea de difusión que se ha realizado por gente conocedora del tema y que ha tenido gran aprecio por el progreso del sector rural, como el caso del ingeniero Samuel Trueba Coronel (RIP), por citar uno de tantos ejemplos de gente valiosa en esta materia.

EL DATO

En el Sur de Jalisco ya se tienen instaladas cerca de 100 obras de captación de agua pluvial bajo el enfoque de bodegas de lluvia.

Las inversiones habrán de evaluarse según la rentabilidad de cada cultivo.

Las obras de captación, almacenamiento y su posterior canalización, suponen acciones diversas de ingeniería civil y equipamiento,  como el empleo de membranas de material plástico para retener el agua

Un tema pendiente para la promoción de las bodegas de lluvia, es inclusión explícita en los rubros susceptibles de apoyos estatales y federales para subsidiar una parte de sus gastos de inversión.

Fuente. SEDER -Jalisco