El síndrome de Wendy, la mujer perfecta para un Peter Pan
Nosce Te Ipsum por: Josman Espinosa Gómez
Los personajes de Wendy Darling y Peter Pan, en la famosa obra de James M. Barrie, nos muestran a un Peter, como un joven que se niega a crecer, que no desea tener las responsabilidades de un adulto, que busca, ante todo, vivir mil aventuras, sin tener que entrar en esa esfera de estabilidad y de madurez emocional. Por lo que Peter Pan describiría, a todos esos hombres más bien inmaduros, incapaces no solo de responsabilizarse de su propia vida, sino también de la de los demás. Por otro lado, tenemos a Wendy Darling, la muchacha que desde el primer día cose la sombra de Peter para que este no vuelva a perderla. Se preocupa por limpiar su casa, por atender a los “niños perdidos”y al final es la persona que da todo por los demás, porque es así como se siente feliz.
El problema con el Síndrome de Wendy es que dejamos de cuidarnos a nosotros mismos, para poder hacernos cargo de los demás. Por lo tanto, nuestro propio equilibrio emocional se ve afectado constantemente. Cuando se habla de este Síndrome se tiene la idea que solo aplicaba a nuestras abuelas y madres; sin embargo, hoy es más vigente que nunca. Esta idea de que cuidar a la pareja, darlo todo por ellos y priorizar sus necesidades antes que las nuestras es algo que se da hoy en día con normalidad. Todo lo anterior provoca que esas personas que al parecer aman demasiado, lo que provocan es ir perdiendo su propia autoestima.
¿Cómo reconocer a estas personas con Síndrome de Wendy?
- Priorizan las necesidades de los demás
- Sienten la necesidad de cuidar, de atender, de servir, porque ese es el modo en que sienten que hacen felices a los demás.
- Priorizan las necesidades de los otros a las propias; de ahí que lleguen a sacrificar sus aficiones e incluso aquello que para ellas es importante.
- Dicen que hacen las cosas porque así se sienten mejor
- Para estas personas, cuidar es un modo de ofrecer amor.
- Lo hacen libremente y además porque así lo quieren.
- Nadie les impone el que deban cuidar a otras personas.
- Por ello suelen “encajar” muy bien con parejas con el síndrome de Peter Pan: hombres inmaduros que se dejan cuidar, que no quieren responsabilizarse y para quienes es cómodo contar con una pareja que se haga cargo de todo, incluidos los niños.
- Se sienten imprescindibles o les gusta sentirse así.
- Su concepto del amor implica necesariamente sacrificio.
- Fomentan en los demás el apego y la codependencia.
- Hacen todo lo posible para que los demás (pareja, hijos) no se molesten.
- En cierto modo, tratan de controlar a otros.
- Quieren hacer todas las tareas, incluso las de los demás.
- Suelen actuar de modo paternal con la pareja.
Todo lo anterior, nos lleva a concluir lo siguiente: las personas con este Síndrome tienen miedo a que las otras personas dejen de necesitarlas y a quedarse solas. La idea de no tener a nadie a quien cuidar les aterra, porque ese es el modo en que pueden sentirse útiles y ofrecer amor; pero solo por ello se pueden ver a sí mismas como valiosas y necesarias.
Hoy sabemos que el origen de Síndrome de Wendy se encuentra en la historia familiar de la persona, quien puede haberse sentido desprotegida en su infancia, por lo que busca sobreproteger para compensar, asumiendo así el rol que sus padres debieron tenido. Es posible que también lleguen a sentirse frustradas e infravaloradas, y al no tener a quien cuidar, la persona llega a sentirse sin rumbo, y pueden orientarse a la depresión.
La tarea si se sufre de este Síndrome es buscar el equilibrio en las relaciones personales, cuidando y cuidándonos, por lo que no hay que dejar de ver su considerar los siguiente: no olvidar la importancia de fomentar el crecimiento personal; trabajar en sentirse orgulloso de uno mismo y ser feliz y de forma autónoma; reconocer que uno mismo merece ser cuidado, reconocido y valorado. Si eres de las que se sienten felices cuidando a los demás, recuerda que debes empezar primero por ti. Si tú caes, los demás caen. Cultiva tu felicidad y, entonces, también serás capaz de ofrecer felicidad.
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