• Xipe Tótec es uno de los dioses más importantes de la época prehispánica pero nunca se había localizado un templo asociado a su culto.

Ciudad de México. 2 de enero de 2019.- Arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) descubrieron el primer templo dedicado a Xipe Tótec, deidad mesoamericana, en la Zona Arqueológica de Ndachjian–Tehuacán.

Su influencia en la fertilidad, la regeneración de los ciclos agrícolas y la guerra, lo convirtieron en uno de los dioses más importantes de la época prehispánica, pues fue reconocido por culturas del Occidente, Centro y Golfo de México.

Se localizaron esculturas con representación de cráneo y un torso cubierto con piel de sacrificio. Foto Melitón tapia INAH

Pese a ello nunca se había encontrado un templo asociado a su culto hasta ahora, en un basamento piramidal de la Zona Arqueológica de Ndachjian–Tehuacán, en Puebla.

Los arqueólogos comprobaron la asociación tras hallar dos cráneos “desollados” de piedra y una escultura fragmentada que la representan. También se localizaron dos altares de sacrificio que coinciden con los que fuentes documentales vinculan a los templos de Xipe Tótec, se informó en un comunicado.

La arqueóloga Noemí Castillo, muestra una de las esculturas localizadas. Foto Melitón Tapia INAH

Según la arqueóloga Noemí Castillo Tejero, directora del Proyecto Sur del Estado de Puebla Área Central Popoloca, las esculturas que representan dos cráneos desollados y un torso cubierto con piel de sacrificio personifican a la deidad.

Torso esculpido de la deidad conocida como Xipe Tótec. Foto Melitón tapia INAH

Además, se confirmó que el edificio habría sido usado entre los años 1000 y 1260 d.C., y coincide en características con los sitios sacrificiales descritos por las fuentes documentales.

La construcción se localiza al oeste del Conjunto Central de Ndachjian (en popoloca, ‘agua dentro de la olla’ o ‘dentro del cerro’) y tiene 12 metros de largo por 3.5 de altura, de acuerdo con la investigadora emérita del INAH.

 

Se localizaron esculturas con representación de cráneo y un torso cubierto con piel de sacrificio. Foto Melitón tapia INAH