Efectos psicológicos del desempleo

NOSCE TE ISPM Por: Josman Espinosa Gómez

¿Cuándo fue la última vez que enviaste un currículo? ¿cuánto tiempo has tardado en encontrar empleo la última vez?, todos hemos estado sin trabajo en alguna ocasión y es una situación difícil sin duda, pero lo que a veces no sabemos es que hay etapas en las que podemos quedarnos atorados en esta búsqueda, a veces interminable y que puede ser más dañino que solo no tener trabajo.

De acuerdo con el INEGI, la tasa de desempleo en diciembre de 2018 aumentó a 3.6% de la población económicamente activa, la cual, en 2017 del mismo mes se encontraba en 3.3%. Según la Asociación Psicológica Americana, “Las personas desempleadas corren el doble de riesgo que las personas empleadas de sufrir problemas psicológicos, tales como depresión, ansiedad, síntomas psicosomáticos, bajo bienestar psicológico y pobre autoestima”

Generalmente la situación de desempleo se identifica con un estado temporal de inactividad involuntario, pero siempre está teñido de malestar y preocupación por el futuro. Según algunos datos, quienes no tienen trabajo van al médico diez veces más que los que lo tienen. Más del 26% de desempleados tienen alguna crisis de ansiedad, frente al 14% de los que tienen empleo. En los desempleados podemos encontrar: insomnio, ansiedad, depresión, irritabilidad y, sobre todo, la pérdida de la autoestima.

Para José Buendía, autor del libro “El impacto psicológico del desempleo”, el desempleado se siente como si la sociedad lo rechazara y por esto se vuelve invisible para la familia, amigos y no digamos para las empresas. Esta sensación de extrañeza consigo mismo e invisibilidad para los demás configura el -síndrome del desempleado-, que pasa por diferentes fases hasta llegar al “no sirvo para nada”, “todo se vuelve contra mí” o “a mi edad no voy a encontrar trabajo”. Estas fases son:

1ª Fase: Optimismo

El desempleado tras el despido se encuentra confiado en encontrar trabajo, disfruta de su tiempo libre y no se angustia por el futuro. Esta situación puede durar varios meses hasta que toma conciencia de la gran dificultad de encontrar trabajo.

2ª Fase: Aparecen las consecuencias psíquicas y físicas del desempleo

Como efectos negativos del desempleo, no es extraño que aparezcan alteraciones comportamentales y síntomas psicosomáticos: cefaleas, alteraciones del peso, mareos, vómitos, dolores inespecíficos, impotencia sexual, frigidez, etc. Otras consecuencias del desempleo muy negativas, que a veces acompañan a los síntomas físicos, son la pérdida de la autoestima, sentimiento de inseguridad y de culpa, todo ello relacionado con un sentimiento muy pesimista sobre sí mismo.

 

3ª Fase: La apatía

Nada motiva y se abandona incluso la higiene personal. Todo “se ve negro” y se puede llegar a la siguiente conclusión: “para qué hacer algo, si esto no tiene solución…” Es el peor momento que puede coincidir con la ausencia del apoyo familiar y de amigos. El riesgo es que el desempleado se deje llevar hacia la desesperanza y entre en un cuadro depresivo incapacitante.

Sin embargo, esto tiene solución: define tus objetivos y visualízalos, identifica tus habilidades y resalta tus logros, aprende a diferenciar en esta etapa, entre el aislamiento y la retrospección, no te culpes por tu situación y se agradecido de lo que, si tienes en este momento, no tomes las cosas de manera personal, sal de tu inactividad y has algo además de buscar trabajo. La idea principal es no estancarte en una actitud y si rescatar todo lo positivo que si tienes y ponerlo en acción en miras de lo que quieres. Ánimo, esto es una etapa de la vida, de la que saldrás fortalecido y con muchos aprendizajes, lo importante es no dejarte caer ni hoy, ni nunca.