• Descansan en paz los libros y los bibliotecarios, y las moscas no tienen mucho qué hacer”, lamenta el escritor y bibliotecario Daniel Goldin, en la Librería Carlos Fuentes.

Nuestro país ha apostado por crear lectores y por la lectura como un medio para llegar a ser una nación más democrática, participativa, igualitaria y desarrollada; y por ello se han abierto 7 mil 500 bibliotecas a lo largo y ancho del territorio nacional, ocupando el lugar número 10 en el plano internacional, por la cantidad de bibliotecas que tiene. 

Sin embargo, México tiene el penúltimo lugar en préstamo de libros por habitante, lamentó el escritor, promotor cultural, editor y bibliotecario Daniel Goldin, durante su conferencia “Los bibliotecarios ante el cambio, qué hacemos, qué queremos, qué debemos y qué podemos hacer”, que impartió tras la inauguración de la I Feria de Promoción Bibliográfica, en la Librería Carlos Fuentes de la Universidad de Guadalajara.

“Las bibliotecas se han convertido en lugares para descansar en paz. Descansan en paz los libros y los bibliotecarios, y las moscas no tienen mucho qué hacer”, expresó Goldin, quien fue Director de la Biblioteca José Vasconcelos.

Detalló que las bibliotecas son altamente valoradas por la sociedad en Estados Unidos de América, ya que 90 por ciento de su población expresa que son esenciales para su vida y comunidad. En cambio, en México, “para la inmensa mayoría no representan nada, ni saben dónde están”.

En contraparte, la alfabetización en nuestro país ha avanzado, al grado de que más de 95 por ciento de la población sabe leer y escribir. Sin embargo, hay problemas de comprensión lectora, que son detectables desde la primaria. Sólo dos de cada 10 alumnos de sexto año se han apropiado de las habilidades lectoras que les permiten acercarse a los textos, interpretarlos, valorarlos y reconstruirlos, mencionó. 

El 70 por ciento de los niños mexicanos de sexto año de primaria son incapaces de redactar con claridad, y en secundaria el problema sigue, ya que tres de cada 10 alumnos consiguen una comprensión lectora profunda que les permite interpretar el sentido de los textos, hacer juicios valorativos o críticos, e integrar una transformación para obtener conclusiones. 

Goldin habló de la importancia de los libros para transmitir conocimientos y alentar la conversación y la discusión, además de estimular la lectura del entorno y de uno mismo. También se refirió a los bibliotecarios, necesarios para alentar el cambio y la transformación, fundamentalmente de los usuarios de las bibliotecas, además de responder a las necesidades informativas, culturales y educativas. 

“Su función principal es que el usuario llegue en busca de información y se vaya con sus dudas resueltas, y quiera regresar”, describió Goldin.