• Al enfermero alemán Niels H. ya se le atribuyen 62 asesinatos en Delmenhorst y 38 en Oldemburgo.
  • Por Almudena de Cabo (dpa)

Berlín, Alemania. 9 de noviembre de 2017 (dpa).- El enfermero alemán Niels H., condenado ya en el pasado por asesinato, es responsable de la muerte de al menos 100 personas en los hospitales de Delmenhorst y Oldemburgo, en el norte del país, informó hoy la Fiscalía alemana tras concluir todos los análisis toxicológicos.

La investigación indicó que se le puede atribuir la muerte de 62 personas en Delmenhorst y otros 38 casos en Oldemburgo. Sin embargo, en cinco casos en Oldemburgo se deberá llevar a cabo aún nuevos análisis, indicaron las autoridades alemanas.

Niels H. cumple actualmente cadena perpetua por seis casos de asesinato o tentativa de asesinato tras ser descubierto en 2005 por una enfermera en Delmenhorst cuando quiso darle un medicamento no prescrito a un paciente. El informe final tras concluir los análisis toxicológicos lo convierten en uno de los mayores asesinos en serie de la historia alemana.

“Podrían ser más”, declaró el fiscal superior Martin Koziolek ante el ministerio fiscal en Oldemburgo. Algunas de las posibles víctimas del enfermero fueron incineradas por lo que los investigadores no pudieron llevar a cabo las pruebas.

En 2015, el enfermero fue declarado culpable por la Justicia alemana de doble asesinato, dos intentos de asesinato y dos casos de lesiones graves a pacientes ingresados en la unidad de cuidados intensivos en el hospital de la ciudad de Delmenhorst, próxima a Bremen, en el norte del país. Ahora, el resultado de unas investigaciones de casi tres años muestra que sus crímenes abarcan un número mucho mayor.

Niels H. suministró medicamentos a los pacientes en el hospital de Delmenhorst, donde trabajó en la unidad de cuidados intesivos desde 2003 a 2005, para desencadenar fallos cardíacos o un colapso circulatorio. A continuación, los reanimaba para parecer un héroe ante sus colegas. Sin embargo, esto no funcionaba siempre. Esta práctica también la llevó a cabo en su antiguo puesto de trabajo en el hospital de Oldemburgo, donde también habría matado a pacientes y donde trabajó desde 1999 hasta 2002.

Una comisión especial dentro de la Policía trabajó durante meses para aclarar cuántas personas había asesinado. Para ello, los investigadores analizaron centenares de actas de pacientes y exhumaron más de 130 cadáveres en busca de rastro de estos medicamentos.

En un informe preliminar presentado a finales de agosto, ya se dejo ver que los crímenes de Niels H. excedían los límites de lo imaginado en un primer momento.

El hecho de que tantos pacientes perdieran la vida durante el turno de Niels H. fue objeto de conversaciones. En concreto, en 2001 el número de muertes en la unidad de cuidados intensivos en Oldemburgo subió un 58 por ciento durante el turno del enfermero. A pesar de ello cambió de puesto de trabajo con una buena carta de recomendación. Asimismo, de acuerdo con la Fiscalía, en el caso de Delmenhorst había también indicios concretos de que mataba a sus pacientes.

Tres trabajadores de Delmenhorst deberán comparecer ahora ante la Justicia acusados de homicidio por omisión. Mientras, el Tribunal de Oldemburgo rechazó un proceso contra otras tres personas al considerar las pruebas insuficientes.

“Se podrían haber evitado los asesinatos”, afirmó a finales de agosto el presidente de la Policía de Oldemburgo, Johann Kühme. Los responsables de entonces deberían haber actuado más rápidamente y buscado apoyo. “En el hospital de Oldemburgo se conocían las irregularidades”, agregó el jefe policial. Sin embargo, en lugar de informar de ello decidieron despedirlo e incluso le expidieron una buena carta de recomendación.

En un juicio celebrado en 2015, el ex enfermero fue condenado a cadena perpetua. En el proceso el acusado reconoció haber matado a al menos 30 pacientes y haberlo intentado con otros 60 entre 2003 y 2005.

Previamente, en 2006, Niels H. había sido condenado a cinco años de prisión por intento de asesinato después de que una enfermera lo descubriera en 2005 intentando suministrar una inyección no prescrita a un paciente.