• El invento del alumno de la Universidad La Salle puede sustituir a la gasolina y eliminar una plaga.

Ciudad de México. 13 de enero de 2017 (Agencia Informativa Conacyt).- Con el fin de disminuir la contaminación ambiental y al mismo tiempo contribuir a eliminar la plaga de lirio acuático —considerada como una de las más incontrolables por su alta capacidad de reproducción— el estudiante de 19 años José Alberto Espejel Pérez creó un método que convierte esta planta en biocombustible.

La intención de dicho descubrimiento es que en un futuro cercano este producto pueda utilizarse como una vía segura que sustituya los combustibles hechos a base de hidrocarburos y que además tenga una producción y alcance accesible para toda la población.

Actualmente el proyecto se encuentra con la patente en trámite y se espera que para el año 2020 pueda concluirse oficialmente.

Con la reciente aprobación y elogios por parte de los ganadores del Premio Nobel 2016 por exponer este proyecto en el Seminario Internacional Juvenil de Ciencia en Estocolmo, Suecia, el estudiante de la licenciatura en ingeniería ambiental de la Universidad La Salle contó las razones e impresiones que esta investigación ha generado a nivel mundial.

Este proyecto es acerca de la producción de bioetanol a partir de lirio acuático desde la preparatoria iniciamos la investigación de manera básica y después surgieron las preguntas sobre cómo trataríamos el lirio: líquido, composta, en pilas de carbón, etcétera. Comenzamos a ver varias opciones y una de esas fue hacer bioetanol.

Después de concretar el manejo de la materia empezamos a revisar la bibliografía necesaria de los procesos actuales de revisión de etanol y así identificar los procesos que más se adecuaran al tratamiento del lirio.

Todo empieza con la colecta de la planta y se trabaja de manera íntegra, después pasamos a molerla hasta producir una especie de jugo, que va a una fase de pretratamiento y consiste nada más en elevar la temperatura para deshacer la planta en su interior.

Posteriormente, pasa a una de las fases más importantes llamada hidrólisis. El resultado de este proceso es la formación de una sal, además de que se queda la materia que no se pudo degradar con ninguno de los procesos anteriores de acidificación y neutralización de la mezcla, lo cual es completamente normal.

Se filtra la masa no degradada y sale una especie de lodo que es materia orgánica que resultó de la planta, además de un jarabe que es ya la concentración de azúcares en el que se encuentran la glucosa, fructosa, maltosa, etcétera, enfocándonos más en la glucosa en esta primera parte del proyecto.

El jarabe que resulta de este proceso se fermenta y se utiliza la levadura comercial Saccharomyces cerevisiae, mejor conocida como levadura de cerveza y que es muy utilizada en el mundo de la panadería.

Después de cinco días de fermentación destilamos la mezcla y de esta manera se obtiene el alcohol.

En la experimentación inicial era mucho pedir que saliera una sola gota de bioetanol, ahora ya sabemos que por cada kilo de lirio que se recolecta obtenemos veinte mililitros del producto.

el lirio acuático está catalogada como una de las diez plagas más agresivas del mundo. Es por su comportamiento invasivo y altos índices de reproducción que queríamos ayudar a todas las zonas infestadas como Xochimilco.

El segundo eje fue este proceso de obtención de etanol. Si lo ves como mezcla, está reemplazando aditivos con contenido de plomo o compuestos de nitrógeno en su fórmula, los cuales perjudican la calidad del aire, y si se utiliza de manera íntegra, es mucho mejor ya que se reemplaza la gasolina en su totalidad.

El proyecto ha sido muy bien recibido, utilizamos como primera vía de divulgación la ExpoCiencias Metropolitana que organiza el Instituto Politécnico Nacional (IPN). Gané el primer lugar absoluto que me dio la oportunidad de participar en el Seminario Internacional Juvenil de Ciencia de Estocolmo en Suecia. En ese seminario en Suecia participamos 25 chavos de 18 países y me tocó ser el único representante de México.

En cuanto al futuro próximo de este proyecto, está por terminar el trabajo de laboratorio, estandarizar técnicas para que termine siendo un proceso amigable con el ambiente, económicamente viable y poderlo llevar a escala industrial.

 Actualmente tenemos la solicitud de la patente y en cuanto ya la tengamos podremos trabajar en planta piloto y hacer un ensayo a escala industrial para que a partir de ahí podamos buscar inversionistas o, en su defecto, vender el proyecto o dividirlo.

 Son muchas las posibilidades, pues le veo futuro y quiero buscar que tenga un lugar en la producción de etanol, todavía somos dependientes del petróleo y esta implementación podría ser un principio para cambiar el uso de la materia prima, como esta planta, de manera eficiente.

 También creo que este mismo método puede ser empleado en otro tipo de plantas o malezas que no se tratan y siguen deteriorando los ecosistemas. Hay mucha materia prima para trabajar y a nivel local le veo mucho impacto para generar grandes cambios, pero todo comienza poco a poco.