• Involucran a Franz Beckenbauer en el escándalo de corrupción de la FIFA
  • Por Florian Lütticke y Robert Semmler (dpa) 

Berlín, Alemania. 13 de enero de 2018 (dpa).– El ex vicepresidente de la FIFA Mohamed Bin Hammam confirmó haber recibido un pago de $6.7 millones de euros ($8.2 millones de dólares) de Alemania pero negó que tuviera relación con la presunta compra de votos para la concesión a Alemania del Mundial de fútbol de 2006, informó hoy el canal televisivo alemán ZDF.

“Los $6.7 millones de euros fueron a mi cuenta”, dijo Bin Hammam, una figura clave en el escándalo que sacudió al fútbol alemán, en un informe que será emitido mañana domingo.

“Pero yo quisiera saber por qué Alemania tendría que haberme sobornado por algo que ya habían recibido. La suma llegó a mi cuenta después de la concesión del Mundial”, sostuvo el qatarí, suspendido por la FIFA de por vida por cargos de corrupción durante su gestión como presidente de la confederación asiática AFC y como miembro del comité ejecutivo.

¿Para qué fue enviado entonces el dinero a Bin Hammam? “No lo sé. No, naturalmente que lo sé. Pero discúlpeme, eso les interesa solo a ustedes, no a los demás”, respondió a los reporteros. “Juro por dios que no fue por el Mundial”.

El destino y el motivo del pago de $6.7 millones de euros están en el centro del escándalo que se desató en torno a la elección en 2000 de Alemania como sede del campeonato de 2006.

Hasta ahora se desconoce la razón por la cual este dinero fue transferido en 2002 de una cuenta del presidente del comité organizador, Franz Beckenbauer, y del entonces socio y mánager de éste, el ya fallecido Robert Schwan, a una cuenta en Qatar de una de las empresas de Bin Hammam.

Poco después, Beckenbauer recibió esta suma como préstamo del presidente ejecutivo de Adidas, el también ya fallecido Robert Louis-Dreyfus, quien a su vez reclamó a la Federación Alemana de Fútbol (DFB) la devolución del dinero tres años más tarde. La DFB transfirió en 2005 los $6.7 millones a Louis-Dreyfus a través de una cuenta de la FIFA.

Beckenbauer aseguró en varias ocasiones que el dinero tenía por finalidad asegurarse un pago adicional de la FIFA para financiar los costes de organización del Mundial.

El ex presidente de la FIFA Joseph Blatter volvió hace un mes a contradecir la versión de Beckenbauer: “Eso no es verdad. Es una tontería. Eso ya lo dije ante la fiscalía general suiza, que me invitó a declarar. Es imposible que haya que pagar primero para recibir después dinero de la FIFA”, sostuvo en declaraciones al grupo de prensa Funke.

Alemania acabó siendo elegida como sede del torneo en 2000 por el comité ejecutivo de la FIFA, en una elección en la que se impuso 12-11 sobre Sudáfrica.

Fueron decisivos los apoyos europeos y asiáticos, además de la sorpresiva ausencia en la votación del neozelandés Charles Dempsey. El país africano albergaría el primer Mundial en el continente cuatro años después de Alemania.

La Federación Alemana de Fútbol (DFB) camufló el dinero en una declaración impositiva de 2006 como gasto para una gala de mundialista que nunca tuvo lugar. Al salir esto a la luz, la DFB admitió el hecho pero declaró que Louis-Dreyfus había dado el dinero a Beckenbauer para que éste se asegurase un pago extra de la FIFA.

La DFB encargó una investigación del escándalo al despacho internacional de abogados Freshfields, que sin embargo no pudo aclararlo cabalmente. El “affaire” costó el puesto a Wolfgang Niersbach en la presidencia de la DFB.

El “padre” del fútbol germano, Franz Beckenbauer, se alejó de la vida pública desde entonces.