Irapuato, Gto., a 5 de septiembre de 2019.- El Oro, níquel, paladio y platino son metales presentes en los teléfonos celulares que pueden volverse a fundir y a vender. Mediante un tratamiento llamado solvólisis a los celulares se les quita el plástico para recuperar los metales, señaló la investigadora de la Universidad de Guanajuato (UG) Dra. Lorena Eugenia Sánchez Cadena.

Al impartir la conferencia “Reciclaje de celulares” en la División de Ciencias de la Vida, la profesora opinó que en lugar que los celulares se queden contaminando en los basureros municipales, es preferible darles un segundo uso mediante la recuperación de sus metales.

En países como China o Estados Unidos los usuarios pueden cambiar su celular cada 6 meses o antes del año, pero es oportuno considerar que el reciclaje es económicamente rentable y un buen método es la solvólisis que significa “ruptura mediada por el disolvente”. Es una sustitución nucleofílica donde el disolvente sirve como reactivo atacante.

La invitada a dar esta charla a universitarios de la sede Irapuato, es profesora de la División de Ingenierías de la Universidad de Guanajuato, Campus Guanajuato, es Doctora en Ingeniería de Procesos y Materiales, con especialidad en polímeros, por la École Centrale París. Pertenece al Sistema Nacional de Investigadores y sus líneas de investigación son reciclaje químico de polímeros entrecruzados y procesos de absorción para saneamiento de aguas.

la investigadora de la Universidad de Guanajuato (UG) Dra. Lorena Eugenia Sánchez Cadena.

Respecto a los metales presentes en los teléfonos celulares, el platino y el paladio han superado el precio del oro y la plata. El paladio se utiliza principalmente para fabricar convertidores catalíticos, ubicados en el sistema de escape de los automóviles.

El platino es maleable y resistente a los ácidos, en la naturaleza es poco abundante y normalmente aleado con otros metales se usa especialmente para fabricar instrumentos de laboratorio, joyas, normalmente aleado con oro, componentes eléctricos, para los empastes dentales y como catalizador.

Del níquel, aproximadamente el 65% de ese metal se emplea en la fabricación de acero inoxidable austenítico y otro 12% en superaleaciones de níquel. El restante se reparte entre otras aleaciones para baterías recargables, catálisis, acuñación de moneda, recubrimientos metálicos y fundición.

Cabe señalar que en México existe un Plan de Manejo de Residuos Especiales de la Asociación Nacional de Telecomunicaciones.