• Las personas que juegan al baloncesto habitualmente tienen mejor capacidad para enfocar a distancias cercanas y usar ambos ojos de forma integrada.

Madrid, España. 29 de diciembre de 2019 (Notimex).- Jugar habitualmente al basquetbol mejora la visión, reveló un estudio de investigadores de la Universidad de Granada, publicado en la revista “Journal of Sport and Health Science”.

Los investigadores demostraron que aquellas personas que juegan al basquetbol de manera habitual presentan un mejor rendimiento en distintas habilidades visuales, como la función acomodativa y binocular (capacidad para enfocar los estímulos a distancias cercanas y de usar ambos ojos de forma integrada).

Asimismo la capacidad de discriminación visual (halometría) o la coordinación ojo-mano.

Los resultados de este trabajo señalan que los jugadores de basquetbol muestran de forma estadísticamente significativa un punto próximo de convergencia más próximo.

Además un mayor rango de vergencias fusionales positivas en lejos (capacidad de convergencia) y mayor capacidad para discriminar halos, así como una mejor coordinación ojo-mano en comparación al grupo de sujetos sedentarios.

En este estudio, realizado por investigadores de los departamentos de Óptica y Educación Física, participaron 18 jugadores de baloncesto y 15 personas que no realizan actividad física de forma regular.

A todos se les practicaron una serie de pruebas optométricas para evaluar todos los parámetros señalados.

El análisis de los resultados mostró que los jugadores de basquetbol tenían un mejor rendimiento en varias habilidades visuales.

A partir de los resultados encontrados, los autores apoyan la hipótesis de que la práctica deportiva de forma recurrente, y más en un deporte como el basquetbol que tiene grandes demandas visuales, permiten adquirir un mayor desarrollo en las habilidades perceptivas y cognitivas.

El investigador de la Universidad, Jesús Vera, indicó que “por lo tanto, si la práctica de una actividad deportiva requiere el uso de diferentes habilidades visuales, como es el caso del baloncesto, futuros estudios deberían investigar a otros deportes”.

Sugirió investigar si la práctica de otros deportes sin altas demandas visuales como el atletismo o la natación no conlleva obtener estos mismo beneficios en la función visual.

Así, una colaboración activa entre especialistas en el campo de la Optometría y de las Ciencias del Deporte “permitiría avanzar en el conocimiento de los beneficios de la práctica deportiva en la función visual”, dijo.

Asimismo en la posible transferencia al rendimiento deportivo de un entrenamiento visual centrado en la mejora de las habilidades visuales utilizadas en una disciplina deportiva específica, destacó.