B-SOCIAL Por: Brenda Orozco

Pedro Kumamoto representa un hito en la política, eso lo sabemos desde hace 2 años que comenzó su candidatura, pero es también un referente en el manejo de redes sociales al servicio de la comunicación.

El primer diputado local independiente en el Congreso de Jalisco, Pedro Kumamoto Aguilar tiene apenas 27 años pero ha logrado que muchos ciudadanos se pregunten ¿quién es el diputado que los representa? y más allá ¿qué actividades realiza en beneficio de su distrito? Con la campaña #SinVotoNoHayDinero, jóvenes (y no tan jóvenes) se interconectaron en las redes sociales para presionar a su diputado federal para que votara a favor de una iniciativa que propone que las prerrogativas de los partidos dependan directamente del número de personas que convenzan para votar.

Finalmente la iniciativa no prosperó en la sesión ordinaria de la Cámara de Diputados, pero generó que un #hashtag, una causa particular, uniera a gente de muy diversas ideologías políticas. En Facebook, pero principalmente en twitter, los cibernautas arrobaban (mencionaban) a su representante, mismo que hace unos meses no conocían.

Kumamoto entiende y transmite el concepto de que todos habitemos la política, que seamos partícipes de las decisiones que nos afectan, que haya bidireccionalidad en la comunicación con nuestros funcionarios, es decir, que interactuemos. Aprovecha las redes sociales para conocer los puntos de vista de sus representados y no sólo como escaparate para promoción personal.

He hablado en otras columnas de la censura que priva en perfiles de funcionarios, de políticos y de gobiernos, donde se permiten las felicitaciones pero se borran las posturas en contra; estas conductas solo dejan entrever inmadurez política y falta de oficio en el manejo de redes. Hay algo muy claro en el análisis: ni los independientes son la panacea ni los institutos políticos están habitados únicamente por ineficaces. En todos lados se cuecen habas, dice la sabiduría popular.

El fin indispensable es que todos juntos construyamos política desde cualquier ámbito que participemos ¡incluso desde un teclado y monitor! Pero que esta participación sea comprometida y ajena a criterios blanco/negro, donde todos los de un extremo son malos y mi club de Toby y yo seamos los buenos.

La función pública definitivamente no puede dejarse a la improvisación ni permitirse “becarios” que vienen a aprender, requiere gente que esté preparada para escuchar, interactuar y actuar, que aproveche los medios y herramientas a su alcance para construir y motivar. El ejercicio de la política debe invitar a todos a conocer el entorno y transformarlo, a cuestionarse pero también a resolver. Las redes sociales nos permiten acercarnos pero lamentablemente también han logrado mitificar y construir Batmans donde hay Jokers.