• En México el 93.2% de los delitos no son denunciados. La no denuncia genera un círculo vicioso donde quienes delinquen lo hacen confiados en no recibir sanción, que debe erradicarse, analiza Experto CETYS
Mexicali, Baja California. 7 de septiembre del 2020.- El 93.2% de los delitos que se cometen en México no son denunciados ante las autoridades. Así lo revela la más reciente edición de la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (Envipe) del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI).
Sobre una base de 33 millones de delitos asociados a 24.7 millones de víctimas a nivel nacional en el 2018, el estudio detalló que sólo el 6.8% de ellos se denuncian,  destacando el resto de las víctimas la pérdida de tiempo con el 31.7% y la desconfianza en la autoridad con el 17.4%, como las razones para no denunciar los delitos.
“Esto es perjudicial para la sociedad, puesto uno de los requisitos indispensables para perseguir un delito, precisamente es que este se haga de conocimiento a la representación social, ya sea en su calidad de denuncia, querella o su equivalente, de acuerdo con el artículo 211 del Código Nacional de Procedimientos Penales”, indicó el Mtro. José Luis Cummings, catedrático de la Escuela de Derecho de CETYS Universidad Campus Mexicali.
Añadió que el hecho de no denunciar penalmente no sólo tiene efecto sobre la víctima, sino que impacta de manera general a la comunidad con su ejemplaridad, ya que el resto de personas con la intención de cometer un ilícito, al no advertir las consecuencias de la consumación de un delito, por no existir denuncia, serían propensos a cometerlos.
Lo anterior, a pesar de saber que dicha conducta es contraria a Derecho, pues también conocen que esto no trae aparejada una sanción, configurando un ciclo vicioso de consumación de ilícitos cobijados por la no denuncia.
“Es importante materializar la buena ejemplaridad, pues no vivimos como personas aisladas, sino en una sociedad, y es en ella en donde debemos erradicar la idea de que no hay mayor problema al delinquir, bajo el razonamiento de que no existirá sanción”, consideró el docente de Práctica Forense Penal.
Más allá de si se desea exigir la valía de los derechos de la víctima y su respectiva reparación del daño, la legislación mexicana en el artículos 222 del Código Nacional de Procedimientos Penales establece la obligación de denunciar los ilícitos de los que se es víctima o testigo, exceptuando únicamente al tutor, cónyuge, parientes por consanguinidad, y otros casos específicos de relación con el imputado.
“Todos aquéllos no enlistados en dicho artículo quedan obligados a denunciar, por exclusión”, afirmó el académico.
Por otra parte, el funcionamiento del Sistema Acusatorio Adversarial que actualmente rige la justicia en México, pudiera incentivar la denuncia de los ilícitos, pues ejerce penas de una manera más amistosa y armónica con la finalidad de reparar el daño, y no sólo con la pena privativa de libertad que regía anteriormente.
Sin embargo, de acuerdo con las estadísticas, la tendencia va encaminada a la no denuncia de los delitos, en gran medida con base en el miedo a una posible represalia del imputado, puesto que en la mayoría de los casos, salvo delitos graves y pocas excepciones adicionales, el imputado lleva su proceso en libertad, lo cual genera temor hacia la integridad del denunciante o de sus familiares.
“Hay que subrayar que, si bien, no es dable la prisión preventiva en muchos casos, existen diversas instituciones legales que asisten a proteger la integridad física, mental y patrimonial de la víctima y sus familiares como son las medidas de protección, las providencias precautorias y las medidas cautelares”, concluyó el catedrático.