Ciudad de México. 5 julio 2017.- Si usted es guadalupano como la mayoría de los mexicanos y visita a la Morenita del Tepeyac alrededor de su santuario puede descubrir algo más allá de su fe. Hay arte, cultura e historia en el Santuario Mariano más visitado del mundo. La Villa de Guadalupe.

Después de la obligada visita ya sea acompañada de misa o simplemente la salutación vaya al antiguo templo. En la antigua basílica encontrará magníficas pinturas de la época colonial. Retablos esculturas y hasta rejas que son piezas dignas de cualquier museo.

En este mismo edificio que está seriamente afectado por el hundimiento encontrará el Museo Guadalupano. Por $5 pesos usted podrá visitar laberintos llenos de bellos objetos tanto religiosos como profanos.

El recorrido inicia con los exvotos, representaciones de agradecimiento de los fieles a la Virgen de Guadalupe. Pero también hay una importante colección de esculturas, pinturas novohispanas de autores tan reconocidos como Cabrera, obsequios papales, arte objeto en muebles, candelabros, cofres y hasta coronas y medallas obsequiadas al Santuario.

Mención aparte merece la capilla del Pocito donde el Siervo de la Nación parara a orar antes de ser fusilado. En su interior encierra lo que era un manantial de aguas salobres y sulfurosas al que se le atribuían propiedades curativas.

La Parroquia de las Capuchinas, la Capilla de los Juramentos, la Antigua Capilla de Indios y hasta el baptisterio merecen la pena invertirles tiempo y recorrer a lo largo de caminos, andadores y jardines muy bien conservados en toda una mañana.

En un solo sitio usted puede hallar fe, arte, historia y hacer turismo. Hasta para hacer ejercicio sirve el paseo. La Villa, es un sitio de milagros, uno más es que logre unir a millones de personas y conjugue tantos aspectos. Visite a la Virgen de Guadalupe, pero no deje de visitar sus alrededores.