• Por Erick Galicia Lozano

Ciudad de México, enero de 2019 (Notimex).- Como cada año, quienes trabajan en el campo todavía acostumbran a poner atención a los primeros días del año para determinar cual será el clima, a través del tradicional método de predicción denominado cabañuelas.

Esta costumbre oral, que se remonta a tiempos antiguos, (aunque en realidad no existe una fuente que pueda definir su verdadero origen) atribuye y calcula el tiempo que hará a lo largo de 12 meses, a partir de los primeros días del año.

Sin importar la parte del mundo en que la humanidad se haya desarrollado, esta creencia haya tomado diferentes formas e interpretaciones, de ahí que con el intercambio cultural terminara por derivar en lo que hoy se conoce como, cabañuelas.

En las diferentes culturas, esta forma de predecir el clima dependía de la observación que las costumbres de caza y siembra tenían sobre la evolución del clima durante el año.

Existen datos desde la época de Babilonia que derivan de lo que se conocía como el Zamuc, o “Fiesta de las Suertes” y cuya tradición hebrea es conocida como “Fiesta de los tabernáculos”, según mencionan algunos portales de Internet.

En el caso de México y América Latina, existen también antecedentes prehispánicos que versan sobre la forma en que las diferentes culturas hacían sus cálculos de meteorología, utilizando como referencia el solsticio de invierno.

En la actualidad, mientras que unos esperan las cabañuelas durante los primeros días de enero, en otras partes del mundo como en España se estiman a partir de la segunda mitad del año.

Aunque no hay un documento que haya profundizado el uso y la costumbre de las cabañuelas en las diferentes culturas del orbe, hoy, en países como México suele tomarse de referencia los primeros 24 días del año para definir qué clima hará a lo largo de los 345 días.

Por tradición, el clima que prevalece el 1 de enero corresponde al primer mes del año, seguido del 2 de enero que sería febrero, y así de manera subsecuente hasta llegar al 12 de enero, que tendría el clima del mes de diciembre.

Posteriormente, se aplican las cabañuelas de regreso, y que sería del 13 al 24 de enero, siendo el día 13 el mes de diciembre; el 14 noviembre, y así de forma sucesiva hasta llegar de nueva cuenta al mes de enero el día 24.

No obstante, debe tenerse en claro que el cálculo y la predicción meteorológica no es un proceso de azar o suerte, sino el resultado de la conjunción de una serie de factores a los que se suman otros fenómenos como en este caso podrían ser “El Niño” o “La Niña”, por mencionar los más conocidos.

Aún así, el hombre siempre ha buscado la manera de pronosticar el clima, ya sea para mantenerse protegido ante posibles tormentas o para prepararse para sembrar o cosechar.

A lo largo de la historia de la humanidad, el hombre ha buscado métodos tanto ortodoxos como empíricos para calcular o predecir el clima, lo que ha llevado a la creación de tradiciones como “el Día de la Marmota” o el “Calendario Zaragozano”.

Aún con toda la tecnología y esquemas de pronóstico con que se cuenta hoy en día, las predicciones suelen tener un grado de incertidumbre que puede cambiar lo previsto en un momento dado.