Por Martina Herzog y María Laura Aráoz (dpa)

Estrasburgo (Francia), 1 jul (dpa) – Líderes y ex mandatarios de Europa y del mundo rindieron hoy tributo en la sede del Parlamento Europeo en Estrasburgo al difunto ex canciller alemán Helmut Kohl, considerado el arquitecto de la reunificación de las Alemanias separadas tras la Segunda Guerra Mundial y un precursor de la unidad de Europa.

“Nos deja un gigante de la posguerra”, declaró el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker en un funeral de Estado europeo sin precedentes que tuvo lugar en la sala plenaria de la Eurocámara.

Muy conmovido, Juncker despidió a su “fiel amigo”, fallecido el 16 de junio a los 87 años en su casa de la ciudad de Ludwigshafen, en el suroeste de Alemania. “Helmut Kohl fue un patriota alemán, pero también un patriota europeo”, remarcó.

“En pacientes conversaciones individuales consiguió superar el escepticismo que reinaba en algunos países europeos hacia la unión alemana. Supo reconocer la oportunidad y aprovecharla”, dijo Juncker.

Kohl fue jefe de Gobierno de Alemania de 1982 a 1998. Tras la revolución pacífica de 1989 en la República Democrática Alemana (RDA), reconoció que disponía de poco tiempo para conseguir la unidad del país y negoció contrarreloj con los mandatarios de Estados Unidos, la Unión Soviética, Reino Unido, Francia y la Unión Europea las condiciones para la reunificación.

“Sin Helmut Kohl, la vida de millones de personas que vivieron hasta 1990 detrás de un muro hubiera transcurrido de otra manera completamente diferente, también la mía”, recordó la canciller alemana, Angela Merkel, sobre quien fue su mentor político.

La germano oriental Merkel agradeció el apoyo recibido por Kohl, que la incluyó en su primer gabinete de ministros de la Alemania unificada. “Querido canciller Helmut Kohl, usted jugó un papel decisivo para que yo hoy esté aquí. Gracias por las oportunidades que me dio”.

El político democristiano impulsó la idea de dejar atrás las monedas nacionales en un momento en el que aún estaba de pie el Muro de Berlín y nadie podía imaginar la reunificación. “Sin Helmut Kohl no existiría el euro”, agregó Juncker.

“Para Francia, Helmut Kohl fue un interlocutor clave, un aliado vital, un constructor incansable de puentes, pero mucho más que eso, fue un amigo”, sostuvo el jefe de Estado francés, Emmanuel Macron, quien también dirigió su mirada hacia el futuro. “Hoy no tenemos ningún motivo para resignarnos. Más bien tenemos motivo para ser optimistas con realismo”, dijo Macron en alemán.

“Yo quería a este hombre”, dijo Bill Clinton, quien presidió Estados Unidos de 1993 a 2001, “porque quería crear un mundo en el que nadie dominaba. Un mundo en el que la cooperación era mejor que el conflicto”, resaltó.

Clinton también recordó la legendaria voracidad del robusto líder germano. “Hillary decía que lo quería porque era la única persona con mayor apetito que yo”, contó el norteamericano y mencionó las numerosas ocasiones en las que habían cenado en el restaurante preferido de Kohl en Washington. Se trataba del restaurante italiano Filomena de la capital estadounidense.

“Despedimos a un gran europeo y siento haber perdido a un amigo, para España, para Europa y para el mundo”, dijo con sentidas palabras el ex presidente del Gobierno de España, Felipe González, amigo personal de Kohl.

“Nos ayudó solidariamente en la incorporación de España en la Comunidad Europea”, evocó González el apoyo de Kohl para el ingreso de España en el bloque europeo en 1986.

El primer ministro de Rusia, Dimitri Medvedev, rememoró las estrechas relaciones de Kohl con su país. “Para él (Rusia) era parte de una casa común, sin alambre de espinos (…) Era un sueño de paz y seguridad”.

También tomaron la palabra los presidentes del Parlamento Europeo, Antonio Tajani, y del Consejo Europeo, Donald Tusk.

Entre el millar de invitados que acudieron a la ciudad francesa para honrar la memoria del líder germano se encontraban entre otros el rey emérito de España Juan Carlos y su esposa Sofía así como el primer ministro israelí, Benjamin Netanhayu.

El féretro de Kohl cubierto con la bandera europea (azul y con estrellas doradas) fue trasladado en horas de la mañana en coche de la casa del político en Ludwigshafen a la sede de la Eurocámara en Estrasburgo.

Helmut Kohl es la primera personalidad en la historia de la Unión Europea en recibir un homenaje póstumo oficial por parte de los organismos del bloque.

Tras el homenaje oficial en Estrasburgo, los restos mortales de Kohl fueron trasladados a Alemania en helicóptero para a continuación ser conducidos en coche por las calles de su ciudad natal, Ludwigshafen, y luego ser transportados por el río Rin hasta la ciudad de Espira, donde se oficiará una misa de réquiem.

Posteriormente, el Ejército alemán rendirá honores a Kohl y a continuación será enterrado en un cementerio en Espira, la localidad en la que se refugió de niño después de que los bombardeos destruyeran su ciudad natal.

El ex canciller se alejó de la vida pública al sufrir un traumatismo craneal en una caída en 2008, que lo dejó atado a una silla de ruedas y recluido en su casa.

A las exequias europeas acudió la viuda de Kohl, Maike-Richter Kohl, pero no así los dos hijos del ex mandatario, Walter y Peter, que están enemistados con la segunda mujer de Kohl, a quien acusan de haber aislado al padre de su familia y de su entorno más cercano.