• Los hombres jóvenes y adultos jóvenes mueren principalmente por violencia y accidentes.

Con motivo del Día de Muertos, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), presenta una selección de datos estadísticos sobre la mortalidad en el país.

En 1950 la población vivía en promedio 49.7 años[1] y más de la tercera parte de la población (34.6%)[2] moría por enfermedades infecciosas y parasitarias; en 2015, de las 655 688 defunciones registradas solo 2.5% se vincula a esta causa, mientras que la esperanza de vida de la población aumentó a 75.3 años para el año 2017[3].

Las defunciones que tienen un mayor peso relativo se agrupan en las enfermedades del sistema circulatorio (25.5%), enfermedades endocrinas, nutricionales y metabólicas (17.5%) y en los tumores malignos (13 por ciento). Cabe señalar que al interior de estas agrupaciones hay una diversidad de enfermedades que de manera desagregada pueden dar un mejor contexto del cuadro epidemiológico por el cual fallece la población. Si se considera este desglose, entonces las primeras siete causas de muerte corresponden a la diabetes mellitus (15%), las enfermedades isquémicas del corazón (13.4%), las del hígado (5.4%), las cerebrovasculares (5.2%), las crónicas de las vías respiratorias inferiores (4%), las hipertensivas (3.5%) y las agresiones (3.2%), en conjunto, estas enfermedades representan casi la mitad (49.7%) de los decesos totales.

Mortalidad en jóvenes de 15 a 29 años

En 2015 fallecieron 34 060 jóvenes de 15 a 29 años de edad, lo que en términos porcentuales representa 5.2% de las defunciones totales. En este grupo de edad prevalecen las defunciones masculinas (74.5%) y en ambos sexos sus tres principales causas de muerte son clasificadas como violentas. En los hombres, las agresiones (25.4%), los accidentes de transporte (17.8%) y las lesiones autoinfligidas intencionalmente (7.9%), son las principales causas de muerte y en conjunto representan más de la mitad de las defunciones (51.1%) acontecidas en este grupo poblacional. Las mujeres de esta edad fallecen principalmente por accidentes de transporte (10.7%), seguidas por las agresiones (10.3%) y lesiones autoinfligidas intencionalmente (7.4 por ciento).

La violencia juvenil, argumenta la OMS, es un problema mundial y “por cada joven que muere por causas violentas, muchos otros sufren lesiones que requieren tratamiento hospitalario”[4].

En este sentido, esta organización hace un llamado para “fomentar relaciones de atención y cariño entre padres e hijos en una etapa temprana de la vida, propiciar el desarrollo de aptitudes para la vida y reducir el acceso al alcohol y las armas de fuego a fin de contribuir a prevenir lesiones y defunciones como consecuencia de la violencia”[5].

Mortalidad en los adultos de 30 a 59 años

Las causas de defunción permiten identificar a dos grupos poblacionales, en el primero se encuentran aquellos que fallecieron entre los 30 y 44 años de edad, su número de defunciones en 2015 (53 771) representa 8.2% de las defunciones totales. En los hombres, las principales causas de fallecimiento son ocasionadas por agresiones (17.3%), seguidas por las enfermedades del hígado (11.4%) y los accidentes de transporte (9 por ciento). Sin considerar las enfermedades del hígado, las principales causas de muerte en esta población son clasificadas como violentas y dan continuidad al cuadro epidemiológico observado en la población joven masculina.

Cabe señalar que, desde la edad escolar, los accidentes de transporte figuran entre las principales causas de muerte de la población. La OMS comenta que “en el mundo fallecen anualmente 1.25 millones de personas por accidentes de tránsito”[6] y ante este escenario una de las metas en los ODS es disminuir esta cifra a la mitad para el año 2020[7].

Si bien los factores de riesgo son multidimensionales, esta organización destaca algunas conductas imprudenciales como factores de riesgo, entre ellas se encuentran: conducir a alta velocidad, no respetar las señales de tránsito, usar el celular, no hacer uso del cinturón de seguridad y manejar bajo los efectos del alcohol, entre otras[8].

En las mujeres de 30 a 44 años hay un cambio radical y las principales causas de defunción dejan de ser violentas: la diabetes mellitus (10.1%), los tumores malignos de mama (5.9%), las enfermedades isquémicas del corazón (5%) y el tumor maligno del cuello del útero (4.6%) son las principales causas de muerte. Respecto a esta última enfermedad, la OMS señala que “los papilomavirus 16 y 18 son causantes del 70% del cáncer cervicouterino y de las lesiones precancerosas del cuello del útero”[9]. Argumenta medidas de prevención y control integrales, que tengan que ver con “la educación y sensibilización de la comunidad, la vacunación, la detección, el tratamiento y los cuidados paliativos”[10].

El monto de las defunciones en el grupo de 45 a 59 años (103 878) empieza a tener una importancia porcentual, ya que más de una séptima parte (15.8%) de los deseos registrados en 2015 pertenecen a este grupo poblacional. En este grupo se empiezan a presentar en forma gradual disfunciones en el sistema corporal, las cuales se agudizan conforme avanza la edad, llegando a un patrón epidemiológico muy parecido al de los adultos mayores (60 y más años). Tanto en hombres (17.8%) como en mujeres (23.1%), la principal causa de muerte es la diabetes mellitus.

En los hombres la segunda y tercera causa son provocadas por enfermedades del hígado (14.6%) y las enfermedades isquémicas del corazón (12.1%); mientras que, en las mujeres, el orden está invertido, por lo que 7.3% fallece por enfermedades isquémicas del corazón y 5.9% por enfermedades del hígado. La cuarta y quinta causa de fallecimiento en los hombres se relacionan con muertes violentas: agresiones 4.7% y accidentes de transporte 3.8%, mientras que en las mujeres son los tumores malignos de mama (5.7%) y las enfermedades cerebrovasculares (4.2 por ciento).

[1]  Instituto Nacional de Estadística y Geografía [ INEGI ] (2010). Estadísticas Históricas de México 2009. Recuperado el 16 de   agosto de 2017, de: http://www.beta.inegi.org.mx/app/biblioteca/ficha.html?upc=702825460792.

[2]   Instituto Nacional de Estadísticas Geografía e Informática [ INEGI ] (1986). Estadísticas Históricas de México Tomo I. Recuperado el 16 de agosto de 2017, de: http://www.beta.inegi.org.mx/app/biblioteca/ficha.html?upc=702825460238, p. 145.

[3] Consejo Nacional de Población [CONAPO] (s/f). Proyecciones de la Población 2010-2050. Recuperado el 16 de agosto de 2017, de: http://www.conapo.gob.mx/es/CONAPO/Proyecciones_Datos.

[4]  OMS (2016b). Violencia juvenil. Recuperado el 23 de agosto de 2017, de: http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs356/es/.

[5] OMS (2017a). Adolescentes: riesgos para la salud y soluciones. Recuperado el 31 de agosto de 2017, de: http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs345/es/.

[6]OMS (2017b). Lesiones causadas por el tránsito. Recuperado el 31 de agosto de 2017, de: http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs358/es/.

[7] Ibídem.

[8] Ibídem.

[9] OMS (2015b). Papilomavirus humanos (PVH) y cáncer cervicouterino. Recuperado el 21 de agosto de 2017, de:

http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs380/es/

[10] Ibídem.