• Muchas parejas hacen algo más que “romper el hielo” y generan historias entre países y deportes.
  • Por Frank Thomas (dpa)

Cruzan los dedos el uno por el otro, pero raramente se les ve en público de la mano. En los Juegos de invierno de Pyeongchang hay un buen número de parejas, pero no es fácil encontrar el equilibrio entre el compromiso deportivo y el apoyo a un ser querido.

El esquiador alemán de combinada nórdica Fabian Riessle y la esquiadora de fondo Sandra Ringwald están encantados de competir juntos por primera vez en unos Olímpicos.

No están viviendo juntos porque los esquiadores de fondo están alojados en la Villa Olímpica, mientras que los atletas de combinada nórdica están albergados en distintos lugares cerca de la sede de competición.

“Trataré de ver las competencias de Sandra”, dijo Riessle.

Los biatletas alemanes Simon Schempp y Franziska Preuss son pareja desde casi dos años. No exhiben su relación en público, no dan entrevistas juntos y no ofrecen historias de amor a los tabloides.

Mantienen las cosas de forma privada, pero está claro que están motivándose constantemente el uno al otro, especialmente después de que ambos pasaran por momentos difíciles en su deporte.

“Simon me apoya porque sabe lo que es cuando las cosas no van bien. Es bueno que esté ahí”, dijo Preuss, que logró un lugar en el equipo olímpico en el último momento después de una larga enfermedad.

Una de las parejas más famosas en los deportes de inverno son los biatletas Ole Einar Björndalen y Darya Domracheva, que se casaron en 2016 y tienen una hija, Xenia.

El noruego Björndalen, de 44 años, es el deportista más exitoso de la historia de los Juegos invernales, pero no pudo clasificarse para su séptima cita. No obstante, está en Pyeongchang como apoyo de su mujer.

La bielorrusa es tres veces campeona olímpica y una heroína nacional. Esta vez incluso Björndalen está a su sombra. “Es un gran padre y me apoya mucho”, dijo la biatleta.

Björndalen le devolvió el cumplido: “Darya es una mujer fantástica y una atleta fantástica”.

Polémica es la presencia de Matthias Grosse en un papel no especificado junto a la patinadora de velocidad alemana Claudia Pechstein. “Lo necesito a mi lado y estoy feliz de que el comité olímpico alemán lo haya acreditado”, dijo la atleta invernal más exitosa de Alemania.

En cualquier caso, la patinadora no comparte el apartamento en la Villa Olímpica con su pareja, sino con sus compañeras de equipo Roxanne Dufter y Gabi Hirschbichler.

El esquí alpino también tiene a parejas conspicuas. Un ejemplo es la relación que mantienen la estrella estadounidense Mikaela Shiffrin con el francés Mathieu Faivre.

Pero el test definitivo de una relación es competir juntos en el mismo evento, como hacen los curlers rusos Anastasia Bryzgalova y Alexandr Krushelnitckii.

Los atletas se casaron el año pasado y hoy ganaron el bronce en la modalidad de curling mixto. Los noruegos Kristin Skaslien y Magnus Nedregotten admiten que a veces se fastidian el uno al otro mientras juegan, hasta el punto de que tuvieron que ir a terapia de pareja.

“No siempre ha fortalecido nuestra relación. Podemos llegar a tener un buen enfado en la pista que puede llevarnos a muchas discusiones después”, confesó Skaslien.

“Una vez, una de esas peleas llevó a Magnus a jugar con el color equivocado. Nosotros teníamos las piedras rojas y en mitad del partido se confundió y pensó que éramos las amarillas”.