Machismo: concepto y orígenes
  • Por: Josman Espinosa Gómez

“Es que vivimos en un país machista”, “¿así o más macho?”, “es muy machista ese comentario”, “macho tenías que ser”, entre muchas otras frases que hombres y mujeres decimos por igual y que hemos escuchado y hasta dicho en algún momento en nuestro día a día., pero estamos claros sobre ¿qué es el machismo y dónde se origina?

El machismo es una ideología que considera a la mujer un ser inferior en uno o varios aspectos con respecto al hombre. Éste se expresa independientemente del contexto en el que nos encontremos, entre los que pueden ser el familiar, el íntimo o sexual, el económico, el histórico, el intelectual, el legislativo, el anatómico y el lingüístico, entre otros. Así que, si lo piensas, es muy probable que hayamos convivido con esta ideología constantemente y tal vez hasta seamos quienes siguen fomentándolo en algún momento sin medir las consecuencias de ello.

Podemos encontrar las raíces del concepto en la palabra macho, que designa a los individuos masculinos de cualquier especie, sin embargo, el machismo es más un conjunto de creencias, prácticas sociales, conductas y actitudes que promueven la negación de la mujer como sujeto en ámbitos diversos en los que se margina al género femenino. Las raíces del machismo probablemente las encontremos en las sociedades primitivas que se dedicaban a la caza, en ese entonces tanto hombres como mujeres tenían designadas tareas específicas. Los hombres debían salir a cazar y las mujeres debían encargarse de las tareas del hogar, pastoreo, recolección y cuidar a los hijos, dándole a estas últimas tareas una importancia inferior, que viene a coincidir con el rol pasivo que se le asignaba a la mujer de ese entonces. De hecho, también podemos verlo en las posturas religiosas antiguas donde a las deidades de acuerdo a su género, existían los dioses cazadores y guerreros, y las diosas de la fertilidad y el hogar, estos roles son más comunes en las sociedades occidentales.

Dicho esto, entonces podemos entender que las pautas de conducta que rigen a hombres y mujeres tienen un origen antiguo, pero eso no significa que sean correctas o igualitarias. El machismo se ha encargado de hacer versiones extremas y denigrantes de estos roles primarios que benefician siempre al hombre y perjudican a la mujer. Hoy en día, sabemos que ya han sido muchos años de lucha femenina en su mayoría, desde que esta postura ideológica se busca cambiar por el bien de todos, pero hay que comprender que todos estos cambios dependen de factores y momentos históricos donde se puedan reproducir de generación en generación, y que se desenvuelvan a fondo en ámbitos de sociabilización locales.

Por último, es necesario entender que si el machismo ha permanecido vigente por tanto tiempo es porque lo seguimos fomentando, y cabe señalar algo muy importantes: “el machismo no tiene género”, hombres y mujeres fomentamos el machismo por igual, identificando privilegios, obligaciones y derechos de acuerdo a un género en particular, sumado al aval que brindan la mayoría de las autoridades sociales en las que vivimos, pasando por las familiares, académicas, gubernamentales y religiosas, pero sobre todo, por no hacer nada para que esto cambie.

Así que cada vez que pienses en esta palabra para usarla, detente a pensar ¿cuáles de tus acciones estás evitando o sigues llevando a cabo para que el machismo ya no esté en nuestras vidas?