¿Machismo o Misoginia?
Nosce Te Ipum por: Josman Espinosa Gómez
Hasta cierto momento de la historia, la mujer carecía de alma. Hasta hace unas décadas, en Occidente, el papel de la mujer era la dedicación en exclusiva a la crianza de los hijos y el cuidado del marido. En el siglo XXI, del cual se ha dicho que será el siglo de las mujeres, en algunos rincones del planeta, las mujeres deben ir totalmente cubiertas. ¿Se le puede llamar a esta situación una aberración machista o va mucho más allá, hasta la misoginia atroz?
Según la definición de la Real Academia de la Lengua, el misógino es alguien “que odia las mujeres, manifiesta aversión hacia ellas o rehuye su trato”. En el mundo de hoy, donde los feminicidios son más que una estadística, uno se debe de preguntar si las agresiones a las mujeres no son consecuencia de una misoginia latente de una mayoría de hombres machistas a lo que nada ni nadie les ha puesto un alto.
El machismo son conductas, creencias y comportamientos que promueven, reproducen y refuerzan formas discriminatorias contra las mujeres; y a la vez construyen crean una polarización de los roles y estereotipos que definen lo masculino de lo femenino. Mientras que, la misoginia es la aversión, odio y creencia de que los hombres son mucho mejores que las mujeres (Cambridge Dictionary). La misoginia, al igual que el machismo, promueve conductas, creencias y comportamientos discriminatorios contra las mujeres.
Por lo tanto, no son lo mismo. Mientras que la misoginia se fundamenta en el odio hacia la mujer, el machismo no tiene que estar necesariamente basado en el odio, suele estar asociado a una serie de dinámicas relacionales de control y/o sumisión que han sido normalizadas a lo largo del tiempo.
Según los expertos, la misoginia siempre ha existido, pero hoy se pone más de manifiesto debido al aumento de la presencia femenina en el terreno laboral. Según Helga Mediavilla, psicóloga clínica y profesora de la Universidad Alfonso X de Madrid, ‘en la actualidad, los comportamientos misóginos se ponen más de manifiesto porque el hombre tiene que relacionarse más con la mujer. Hay más oportunidades de demostrar su aversión o de rehuir su trato’. Y añade: ‘Este tipo de patologías provienen de la evolución de la sociedad. Las circunstancias cambian, pero quedan residuos del pasado, ideas equivocadas que se adquieren por aprendizaje. La misoginia es un concepto erróneo que se mama en casa’.
Tenemos que aprender a distinguir la delgada línea que separa el machismo de la misoginia, sus límites, a veces, son inexistentes. Muy a menudo, el machista es un claro misógino. Según los psicólogos, tras todo misógino hay un hombre inseguro, donde su inseguridad se origina del miedo a perder su posición de poder, añadido quizás a cierto complejo de inferioridad. El comportamiento del misógino se dirige directamente a mostrar y exhibir su superioridad infravalorando, e incluso llegando a humillar a la mujer.
Los misóginos tienen un yo débil, y utilizan frecuentemente mecanismos de defensa como la inhibición y la represión, a menudo enclaustrados en un clima de celopatía. El odio a la mujer es manifestado, sobre todo, en el terreno profesional. Muchos hombres no aceptan el acceso de la mujer a puestos de mayor responsabilidad. Este recelo puede fácilmente transformarse en puro odio, lo cual se traduce en hacerles la vida imposible a sus novias, a sus mujeres o a sus compañeras de trabajo.
En aquellas zonas del mundo, como Afganistán, donde la misoginia se ha institucionalizado bajo el régimen talibán, la mujer, siempre al servicio del santo varón, parece ser considerada mala y culpable por naturaleza, mientras el hombre en general se considera una persona razonable y religiosa, y no reconoce ninguna patología o defecto en su trato hacia ellas. Mientras estas injusticias sigan vigentes en el mundo, no podremos considerar el siglo XXI como el siglo de las mujeres. Pero insisto en que no es necesario viajar a Afganistán para detectar comportamientos misóginos, ya que entre el machismo y la misoginia solo hay un pasito, sino lo creen, pueden preguntar a los asesinos de mujeres.
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