El cachorro de oso polar de casi dos meses de edad comenzó a dar los primeros pasos con la ayuda de su madre, comunicó hoy el director del zoológico Tierpark en Berlín, Andreas Knieriem.

“Especialmente para un gordito tan pequeño, los primeros intentos son muy difíciles”, dijo Knieriem. Tonja, su madre, ayuda pacientemente al pequeño oso polar a mantenerse de pie.

Las nuevas fotos tomadas dentro de las instalaciones en el zoológico muestran cómo se va desarrollando el osezno, cuyo peso ha aumentado visiblemente a principios de año y también ya ha abierto los ojos.

Sin embargo, para la madre y su cría rige la más absoluta tranquilidad. Recién entre principios y mediados de febrero ingresará por primera vez un veterinario a la jaula. Durante la revisión se podrá determinar también el sexo del bebé de oso polar.

A principios de 2018, murió una cría de Tonja de sólo 26 días debido a una neumonía. Anteriormente, la osa polar de nueve años ya había perdido de forma inesperada al osezno Fritz, cuando contaba con cuatro meses de vida.

A pesar de que su tercera cría se está desarrollando bien, no se puede descartar un riesgo residual, destaca el director del Tierpark. También en la naturaleza muere la mitad de los cachorros de oso polar que nacen muy inmaduros, sordos, ciegos y no son más grandes que los conejillos de indias.

Los visitantes del zoológico recién podrán ver al pequeño oso en la primavera boreal.

En Berlín, una ciudad cuyo símbolo es precisamente el oso, todavía permanece en el recuerdo colectivo el famoso oso polar Knut, un carismático animal que logró fama internacional y que murió de forma repentina en 2011 en el otro parque zoológico de la capital alemana, situado en el oeste de la ciudad.