Vaticano, 1 jul (dpa) – El papa Francisco destituyó de su puesto de prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe al conservador cardenal alemán Gerhard Müller, que ahora ocupará el arzobispo español Luis Francisco Ladaria Ferrer, informó el Vaticano en un comunicado.

Müller, un cardenal conservador conocido por su oposición a las reformas en el seno de la Iglesia católica será reemplazado por un jesuita, como también lo es Francisco, que había servido previamente como secretario de la congregación.

La web especializada “Vatican Insider” señala que Ladaria, de 73 años, es también conservador, una persona “muy reservada y que huye de los focos”. Forma parte de la Congregación desde 1995, donde trabajó con el papa emérito Benedicto XVI, que estuvo al frente de la Congregación para la Doctrina de la Fe entre 1981 y 2005.

El año pasado, el pontífice argentino pidió a Ladaria que dirigiese un estudio sobre el papel de la mujer como asistente de los curas al principio del cristianismo. El proyecto todavía se está desarrollando y sus conclusiones podrían derivar en que se dé más protagonismo a las mujeres en la modernización de la Iglesia.

Diarios italianos como “La Stampa” o “Il Messaggero” informaron que Francisco se habría reunido la víspera con Müller, de 69 años, para comunicarle que su mandato terminará el domingo, justamente cuando se cumplen cinco años que nombrado. Antes, los blogs conservadores “Corrispondenza Romana” y “Rorate Caeli” habían adelantado la noticia.

Los motivos de la destitución no se conocen, pero el cardenal alemán, seguidor de la línea dura es considerado contrario a las reformas en la Iglesia católica. Además, es un crítico de la exhortación apostólica “Amoris Laetitia” del papa, que el año pasado sugirió que las personas divorciadas y casadas en segundas nupcias podrían, bajo circunstancias especiales, volver a comulgar.

La congregación de Müller fue además acusada en marzo por Marie Collings, víctima de abusos sexuales de sacerdotes- de oponer resistencia a la comisión papal que trabaja sobre la protección a la infancia. Collings dijo a la revista jesuita “America” que la “vergonzosa” actitud de la Congregación la llevó a dimitir de esa comisión.

La noticia de este cambio en una de las instituciones más importantes del Vaticano se produce en momentos difíciles para Francisco, después de que el jueves el cardenal australiano George Pell, de 76 años, responsable de Finanzas y “número tres” del Vaticano, dimitiera temporalmente para defenderse de acusaciones de abuso sexual en su país.

La Congregación para la Doctrina de la Fe que encabezaba Müller es responsable de esclarecer los casos de abusos. A finales de febrero negó haber ocultado sistemáticamente casos de abusos en la Iglesia católica. “La Iglesia no oculta nada. En algunos casos puede haber habido desconocimiento, pero no sistemático”, dijo entonces a “La Repubblica”.

El Vaticano y la Iglesia católica siguen siendo acusados con frecuencia de tibieza a la hora de castigar el abuso de menores por sus sacerdotes. Los críticos lo acusan también de falta de transparencia al abordar los casos.

Durante el papado del predecesor de Francisco Benedicto XVI salieron a la luz abusos a innumerables niños durante décadas y la ocultación de sus casos.