Psicológicamente hablando, las vacaciones deben ser una obligación

NOSCE TE IPSUM Por: Josman Espinosa Gómez

Empieza a hacer calor y con ello, dejamos el invierno atrás para empezar a pensar en esos días llenos de expectativas cada vez que los vemos en el calendario: las vacaciones. En un mundo donde nos llenamos de deudas, preocupaciones y ansiedades día a día, estos días son como un oasis en el desierto antes de llegar a la mitad del año, es por ello que sin culpa vamos a ver porque son más que necesarias, sino hasta casi obligatorias.

En las vacaciones es importante que realices actividades de recuperación que te hagan descansar de lo que te estresa normalmente. Entender que las vacaciones son una recompensa por todo lo realizado previamente, es donde nuestra autoestima y auto concepto se fortalecen tomando distancia del estrés, es por ello que es importante hacer actividades placenteras y que no hacemos comúnmente, sobre todo dejando de lado por un momento las responsabilidades de nuestra vida diaria.

Dentro de los beneficios que tienen las vacaciones, están el de reparar el organismo de los daños provocados por el aumento de cortisol y la ansiedad, de la misma manera el descansar correctamente fomentas la creatividad, ya que al cerebro no deja de estar activo, pero deja de enfocarse en solo un aspecto y se activan otras áreas del cerebro que normalmente no utilizamos, provocando también una mayor capacidad de juicio y decisión, haciendo que nuestras decisiones tengan mayor análisis por la información que tenemos. Existe también un incremento de la productividad y la concentración, ya que, al disminuir el bloqueo intelectual, el enlentecimiento mental y físico propio de una situación continuada de estrés. Se genera la liberación de endorfinas y la activación de los circuitos neurales de recompensa, estimulándose la presencia de dopamina y serotonina en el cerebro, provocando una reducción de ansiedad y esquemas negativos de pensamiento.

Es decir, que las vacaciones son una gran oportunidad de llenarnos de felicidad si aprendemos a disfrutarlas realmente, así que deja de lado la rutina, atrévete a hacer cosas nuevas y relájate, relájate mucho para que tu cerebro y tu cuerpo además de descansar, tomen ese impulso extra para continuar trabajando por tus metas.