• El Santiago Bernabéu presentará un ambiente espectacular para presenciar un clásico europeo que vale una final continental.
  • Por Alberto Bravo (dpa)

Los colosos Real Madrid y Bayern Múnich se jugarán en el Santiago Bernabéu la clasificación para una final de la Liga de Campeones ansiada para ambos equipos: los blancos necesitan el título para convertir la temporada en un éxito, mientras los bávaros quieren volver a ser la referencia en Europa.

Es un clásico del fútbol continental con dos equipos de marcado perfil ofensivo y el Real Madrid defiende la suculenta renta de 2-1 lograda en la ida, un resultado que sin embargo se antojó demasiado rentable para lo méritos que contrajo.

El equipo blanco no está para fiarse de semejante renta visto lo ocurrido en cuartos de final. Entonces, defendía en casa un 3-0 ante la Juventus y necesitó un polémico penal en el descuento para lograr el pase. Y el Bayern lo apretó muchísimo en la ida, donde el conjunto de Zinedine Zidane apeló a su pegada e instinto de supervivencia para triunfar.

Aquel choque dejó al Real Madrid sin su lateral derecho titular, Dani Carvajal, y la gran duda es saber quién lo reemplazará. Nacho Fernández sería su sustituto lateral, pero el defensor se lesionó a comienzos de abril y sólo efectuó dos entrenamientos completos.

Si no llega a la cita, Zinedine Zidane podría pensar en situar al extremo Lucas Vázquez en esa posición y reforzar el centro del campo con Mateo Kovacic para ayudarle en las coberturas. Y más sabiendo que el Bayern tiene en Franck Ribéry un puñal por ese flanco, según mostró en la ida.

Otra duda es ver si Isco está en condiciones, pues llegó muy justo tras lesionarse en un hombro durante el partido de Múnich. No parece tener muchas opciones.

Lo que es seguro es que Cristiano Ronaldo ocupará la punta y que probablemente lo acompañará Marco Asensio, uno de los jugadores destacados del primer partido y que coronó su gran actuación con el segundo gol de los blancos.

“Es una semifinal y sabemos de su importancia. No hay que cambiar nada en lo que estamos haciendo, la concentración y la determinación está. Lo que hicimos en la ida fue muy bueno pero hay que demostrar en la vuelta también que queremos pasar”, comentó hoy Zidane.

El Bayern Múnich está obligado a atacar y a darlo todo. No tiene nada que perder. Si en la ida mostró un perfil muy ofensivo, es previsible que en el Santiago Bernabéu reforzará esa idea.

“Tenemos que luchar de forma heroica si queremos tener éxito. Tenemos que jugar con la cabeza fría y con el corazón caliente”, aseguró el jefe de la junta directiva del Bayern Múnich, Karl-Heinz Rummenigge, antes de viajar a Madrid.

El equipo alemán sueña con una nueva final para poder volver a conquistar la Liga de Campeones, algo que no consigue desde 2013, cuando derrotó 2-1 al Borussia Dortmund en Londres. Entonces estaba en el banquillo Jupp Heynckes, el hombre que ahora también dirige al equipo bávaro. Ganó otra Copa de Europa en 1998 precisamente con el Real Madrid y se marchará al final de esta temporada. Quién sabe si con un “triplete”.

Heynckes contará con las bajas de Jerome Boateng y Arjen Robben, lesionados en la ida, aunque sí tendrá a disposición a David Alaba y también podrá estar Javi Martínez, quien se retiró del primer partido con unas molestias.

Junto a Ribéry, las principales armas ofensivas del Bayern serán el colombiano James Rodríguez, quien regresará al Santiago Bernabéu después de salir al final de la pasada temporada del Real Madrid por la puerta de atrás, y el polaco Robert Lewandowski, a quien algunos medios vinculan al Real Madrid para la próxima temporada.

El Santiago Bernabéu presentará un ambiente espectacular para presenciar un clásico europeo que vale una final continental. Lo más próximo a la gloria, que es el título.