Por: Mayra Teresa Gaxiola Soto

El 11 de noviembre de este mismo año, estará listo para exhibirse el rebozo más grande del mundo, que buscará la certificación Guinness World Records, y derivará en una reactivación y derrama económica generalizada en el Municipio de La Piedad.

Este proyecto encabezado por el Colegio de profesionales en Calidad y Competitividad A.C. (CPCC) que preside el ingeniero Jorge Luis García Mendoza ya está en marcha hace aproximadamente 4 meses y buscará alcanzar dos récords Guinness; el rebozo más grande del mundo y el del telar más enorme del planeta, porque no existe actualmente una estructura de esa magnitud para su elaboración.

El primer paso para este ambicioso proyecto fue la conformación de un comité organizador que ha estado trabajando en la planeación paso a paso. Fernando Arellano Infante, secretario del CPCC, informó que requiere una inversión de aproximadamente un 1 millón 400 mil pesos, de ahí la importancia de que todos los sectores de la sociedad y las autoridades municipales se involucren, porque el beneficio será la generación de empleos, atracción de turismo y el rescate de una de las principales actividades que nos identifica como piedadenses.

El comité organizador, está conformado por representantes culturales, educativos, empresariales y de la sociedad en general que invitaron a integrantes de los equipos de trabajo de los candidatos a la Presidencia Municipal con la finalidad de presentarles el proyecto y cualquiera de ellos que llegue al cargo, conozca en qué consiste y qué se requiere para concretarlo.

El rebozo más grande del mundo medirá 25.25 metros de largo por 7.15 de ancho. Ezequiel Torres, experto en la elaboración de esta prenda artesanal, informó que una vez terminado pesará aproximadamente 55 kilogramos.

Luego explicó todo el procedimiento a seguir, que es sumamente complejo, empezando por el hecho de que no existe una estructura del tamaño que se requiere para un proyecto tan grande.

De ahí que no será sólo el récord del rebozo más grande del mundo el que se romperá, sino también el del telar que tendrá que medir mínimo unos 8 metros de ancho.

No obstante, una vez fabricada esa estructura básica, explicó Ezequiel Torres, el tejido del rebozo no será tan complicado porque el hilo tiene una ruta única.

“Es una lanzadera que viaja de izquierda a derecha y de derecha a izquierda y una vez montado el hilo en el telar, puede estar listo el rebozo en un lapso de aproximadamente un mes”, añadió.

Ya se cuenta con el espacio amplio de mínimo 20×20 metros para trabajar, sin embargo, el proceso no termina con el tejido.

“El empuntado del rebozo es más complejo y ese proceso se llevaría aproximadamente un mes”, dijo Ezequiel Torres y explicó que entre más larga la punta obviamente, se complica más hacer el nudo.

“Sin embargo, en La Piedad se cuenta con gente capacitada para hacer esta labor, que son las empuntadoras, por eso decimos que este proyecto desde el inicio generará empleos y tenemos que poner manos a la obra ya. Yo prefiero avanzar ahorita a marchas forzadas para estar más relajados al final, cuando se acerque el día de la presentación para buscar la certificación”, añadió.

Fernando Infante, explicó que ya han estado buscando el patrocinio de empresas grandes que aún no les resuelven y los negocios pequeños podrán colaborar adquiriendo paquetes de rebozos para ofrecer a la población.

Y en este último punto entra la participación de toda la ciudadanía para que compren y usen esta tradicional prenda en cualquier lugar que se presenten, porque hay para todo tipo de ocasiones y visten a cualquier persona.

Ahora buscan que quien quede al frente del nuevo gobierno municipal se comprometa a impulsar este proyecto que será en beneficio general.

Conscientes de que el presupuesto a ejercer ya está aprobado y etiquetado para este año, piden apoyo económico suficiente, sin dar cifras, el cual, bien podría salir de alguna gestión que realice el nuevo gobierno o algún rubro que empate con la promoción cultural.

Igualmente, que les den todas las facilidades para la realización del evento, como permisos, logística, locaciones, entre otros.

Que haya el acompañamiento y participación de la autoridad municipal en el evento y todo el apoyo necesario para rescatar este oficio e industria que nos ha definido como reboceros de La Piedad por tantos años.

Luís David de La Paz Yoseff, quien estuvo como invitado de honor en representación del colegio de arquitectos, propuso que, una vez concluido este proyecto, se haga una réplica en un material resistente y se coloque en la parte central superior del estadio Juan N. López, donde dijo, ya existe la estructura que se dejó para colgar pendones y así se le dará difusión en cada partido de futbol.

Arellano, comentó al respecto, que tienen incluso el plan de hacer una réplica viajera de este rebozo una vez que obtengan la certificación Guinness, con la finalidad de presentarlo a nivel mundial en cualquier evento donde se pueda exponer.

Ezequiel Torres propuso que, aprovechado este proyecto, se haga también una Escuela del Rebozo en La Piedad, porque dijo, es un oficio del que sí se puede vivir bien, siempre y cuando se practique de la forma más correcta posible.

Aceptó que quedan ya muy pocas personas en La Piedad que conocen todos los procesos.

“El maestro rebocero conoce los 13 procesos de torcido, doblado, empuntado, tendido atado, tejido, etcétera, aunque lamentablemente, creo que no hay más de cinco personas aquí ya, de ahí la importancia de ir enseñando el oficio a las nuevas generaciones”.

Ezequiel Torres, ofreció que él donaría todo el equipo necesario para esta escuela y sus conocimientos para enseñar el oficio.

“Se equivocan quienes piensan que hacer rebozos no les da para comer, no se tiene que trabajar como lo hacían hace 70 años y se debe saber vender principalmente. Todo eso podemos enseñarles en la Escuela del Rebozo que propongo hacer en La Piedad, se comprometió el experto.

Con esta escuela, además, podríamos rescatar el oficio que nos da mucha identidad y generar cientos de empleos.

Ejemplificó con el hecho de que, si un porcicultor invierte un millón de pesos en una granja, con una sola persona que emplee, la sostiene y puede sacar adelante la engorda de cerdos; en cambio si se invierte ese mismo millón en elaborar rebozos, se da trabajo a 50 piedadenses.

“Así de generoso es este oficio y ojalá que llegue quien llegue al próximo Gobierno, empuje estos proyectos para rescatar el oficio que nos representa.

En la reunión hubo una coincidencia en la necesidad de sumar esfuerzos para impulsar proyectos como este, trabajando unidos en La Piedad que queremos sin colores partidistas.

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