• Es más riesgosa una higiene bucal deficiente que el hábito de fumar en este tipo de padecimiento.

Guadalajara, Jalisco. 10 de enero de 2018.-El sarro y la presencia de placa dentobacteriana por falta de una inadecuada higiene bucal son factores de riesgo para desarrollar cáncer en la cavidad bucal, según concluye la investigación “La pobre higiene como factor de riesgo en el carcinoma oral de células escamosas”, hecha por el cirujano dentista Iroel Alaín Solís Cárdenas, egresado del Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS), de la Universidad de Guadalajara.

La investigación fue realizada bajo la dirección de la doctora Sandra López Verdín, académica de dicho centro universitario.

Para su trabajo, Solís Cárdenas abarcó una muestra de 82 personas, de las cuales, 26 tenían carcinoma de células escamosas, uno de los tipos de cáncer más comunes y agresivos que afectan a la boca y 56, no presentaban esta enfermedad.

20 de los enfermos de cáncer tenían una mala higiene bucal; sin embargo, carecían de antecedentes de fumar o tomar alcohol, que son dos factores de riesgo, detalló.

Agregó que niveles altos de placa dentobacteriana elevan 17.7 veces el riesgo de padecer cáncer en boca, y la presencia de niveles elevados de cálculo dental, es decir, el sarro, hasta 8.4 veces. Y en el caso del tabaco –considerado el principal factor de riesgo– aumenta 4.7 veces.

El especialista encontró que es más riesgosa una higiene bucal deficiente que el hábito de fumar.

Solís Cárdenas  explicó que la placa dentobacteriana se identifica como la masita blanca que se forma en los dientes, da una apariencia a la pieza dental de más gruesa y amarilla, parduzca o café, la cual se puede remover con el cepillado; al contrario del sarro, que es la misma placa pero endurecida, ya que se mineraliza por el contacto prolongado con la saliva.

Los pacientes con cáncer incluidos en la investigación solían presentar niveles de sarro de regular (cubrían la mitad del diente) a abundante (casi todo el diente). Y detalló que los 56 pacientes que formaban el grupo de control en la investigación y que no tenían cáncer oral, carecían de placa dentobacteriana y sarro, o los niveles eran bajos.

Dijo que es más riesgoso para desarrollar cáncer bucal la abundancia de placa que de sarro. El especialista esto lo atribuye a que la placa contiene microorganismos vivos que pueden generar mayor inflamación; en cambio, el sarro contiene microorganismos inertes.

Explicó que la placa está compuesta de restos de comida y de bacterias que pueden ocasionar gingivitis, caracterizada por inflamación y enrojecimiento de las encías. Ésta puede evolucionar a periodontitis, que se manifiesta, en etapas más avanzadas, con la pérdida del diente. “Esa inflamación sostenida y crónica se asocia con la presencia del cáncer”, subrayó el especialista.

El cáncer de células escamosas consiste en una proliferación anormal y descontrolada de células en la parte externa del epitelio, es decir, la mucosa o piel que cubre la cavidad oral.

Es una enfermedad que avanza de manera rápida y puede pasar desapercibida. Los focos de alerta son una mancha blanca que no se desprende al raspado, una mancha roja aterciopelada o una llaga o úlcera que no sana en más de 15 días. Este cáncer puede avanzar y presentar metástasis en los ganglios del cuello.

Como medidas preventivas hay que cepillarse los dientes tres veces al día de manera adecuada, con movimientos circulares en las caras de los dientes que sirven para masticar los alimentos y en las externas e internas, con movimientos de barrido hacia arriba para eliminar la placa.

Son inadecuados los cepillados de violín, ya que sólo embarran la placa entre los espacios de los dientes. Es recomendable, además, el uso de hilo dental.