Durante lo que va del año 2017, en México han asesinado 6 periodistas convirtiendo a este país en uno de los más peligrosos para ejercer esta profesión.

Javier Valdez, el último periodista ¿realmente el último? asesinado este año, dijo lo siguiente durante el discurso que dio el 22 de septiembre de 2011 al recibir el premio del Comité de Protección de Periodistas, cuando lanzó una queja y una llamada de auxilio a los ciudadanos que no hacemos eco a lo que publican los periodistas que se juegan la vida en cada renglón de sus reportajes. Valdez habla de que “somos homicidas de nuestro propio futuro” haciendo notar la marca que estamos dejando en la niñez y la juventud. Y él pregunta “¿Esta es una guerra?”, él mismo contesta (si) “pero nosotros los ciudadanos ponemos los muertos y los gobiernos de México y Estados Unidos, las armas. Y ellos, los encumbrados, invisibles y agazapados, dentro y fuera de los gobiernos, se llevan las ganancias…” (1)

¿Hasta cuándo los ciudadanos mexicanos vamos a actuar para defender la vida de los comunicadores y nuestro derecho a ser informados con la verdad? ¿Cuántos muertos más necesitamos? O nos tiene que pasar como al pastor luterano Martin Niemöller que decía en relación a los nazis:
“Primero vinieron a buscar a los comunistas y no dije nada porque yo no era comunista.
Luego vinieron por los judíos y no protesté porque yo no era judío.
Luego vinieron por los sindicalistas y no dije nada porque yo no era sindicalista.
Luego vinieron por los católicos y permanecí en silencio porque yo era protestante.
Luego vinieron por mí pero, para entonces, ya no quedaba nadie que dijera nada” (2)

Este texto podemos aplicarlo a cada uno de nosotros los mexicanos del siglo XXI, solamente cambiando unas cuantas palabras “Vinieron por los periodistas y yo no protesté porque yo no era periodista. Vinieron por los normalistas y yo no levanté la voz porque yo no era normalista. Vinieron por las madres de los desaparecidos y yo no protesté por no eran mis hijos…”

¿Necesitamos llegar a ser perseguidos directamente para hacernos solidarios con la causa de los periodistas asesinados, de los estudiantes desaparecidos, de las madres que buscan a sus hijos y por eso son asesinadas?

¿Cuál es el origen de esta pasividad?
Mi punto de vista es que 70 años de control político e ideológico del país han desactivado la capacidad de protesta de los mexicanos y ya no confiamos en el poder de una manifestación masiva y ni siquiera creemos en el poder del voto de los ciudadanos. Esto a pesar de los evidentes resultados en otros países.

Se requiere un trabajo profundo de reconstrucción del poder de los ciudadanos, empezando con los niños y jóvenes estudiantes, posteriormente abarcando todos los estratos de la sociedad. Si no hacemos esto, la violencia continuará alimentando la lista de víctimas hasta que nuestro nombre sea el siguiente de la lista…

Ante estos hechos, el presidente de México propone un minuto de silencio, cuando lo que menos necesita este país es el silencio de sus ciudadanos, lo que necesita México es que manifestemos en voz alta y en actos públicos nuestro desacuerdo con esta situación como hicieron los periodistas ante la propuesta del minuto de silencio. Que actuemos para impedir que la corrupción, la violencia y la impunidad sigan corroyendo el tejido social de nuestro país.

Autor: Rodrigo Diez de Sollano

Twitter: @DeSollano


Fuentes de Información:

1. Valdez, Javier-Discurso ante el Comité de Protección de Periodistas 22/septiembre/2011.
2. Niemöller, Martin-Poema “Cuando los nazis vinieron…” originalmente su sermón de Semana Santa de 1946 titulado “¿Qué hubiera dicho Jesucristo?”