- Una bebé que nació pesando 420 gramos en septiembre con sólo seis meses de gestación fue dada de alta del Hospital General La Piedad, aquí su historia.
La Piedad, Michoacán. 10 de diciembre de 2021.- Es un milagro desde su nacimiento y no solamente por su nombre, Milagros Guadalupe. Mili le dicen cariñosamente sus cuidadores que tratan con ella desde el 18 de septiembre, día en que vio su primera luz en este mundo y pudo haber sido también el último.
Milagros, no alcanzó a la hora de su nacimiento ni medio kilo de peso, solo 420 gramos. Le faltaron prácticamente tres meses de desarrollo en el vientre de su madre. Cuando nació tenía 24 de las 37 semanas necesarias para que un ser humano termine su formación prenatal en el útero materno.
La pediatra y responsable de cuidados intensivos del área especializada en niños del Hospital General La Piedad, Karla Natalia Álvarez Ochoa, lideró un equipo que prácticamente sirvió de sustituto uterino para que Milagros pudiera desarrollarse y hoy, salir al mundo real.
La doctora Álvarez Ochoa lo dice claro: “Desde el primer momento en que la recibí pese al pronóstico, al peso, ella (Milagros) demostraba que era una luchadora.” Pero también habló de frente y directo con los papás de la bebé: “Si su niña sigue luchando nosotros también”.
Entre el 18 de octubre y el 10 de diciembre hubo problemas, nada fue un lecho de rosas. La falta de desarrollo de los pulmones, del intestino, una cardiopatía congénita, problemas en la retina ha sido con lo que han tenido que lidiar. Pero, de acuerdo a sus médicos Milagros “nunca estuvo en un estado de gravedad, ni requirió ser intubada”, afirma la galena originaria de Zamora.
La mamá de Milagros, con apenas 19 años es una “teenager” que llegó al Hospital General La Piedad proveniente de Carapan. La bebé nació de emergencia, fue su primer parto pero, a pesar de la experiencia señala que sí tendría otro bebé.
Mientras repartía paletas de chocolate en la sala pediátrica agradecía al personal y respondía. “Tengo dos meses y 22 días aquí, me trataron de lo mejor, estoy muy agradecida de todo corazón, son los mejores médicos que hay aquí.”
Además de las doctoras, el equipo de enfermeras pediátricas del Hospital General La Piedad así como un grupo de médicos en formación de las Universidades Autónoma de Guadalajara, Michoacana de San Nicolás Hidalgo, Quetzacóatl de Irapuato y Olmeca de Tabasco fueron los artífices y partícipes del milagro de Milagros.
El director del Hospital General La Piedad, el también médico pediatra, Javier Saldaña Venegas, lo afirmó en entrevista. “Yo como pediatra de 35 años de trabajo, no recuerdo haber visto un caso así. En lo personal yo recuerdo haber manejado una creaturita de 750 gramos.” Por eso es tan importante dar a conocer este éxito.
Pero el galeno piedadense lo dice con la claridad que da la experiencia de haber sido anteriormente director de este nosocomio público, así como tres y media décadas de ejercer la profesión de Hipócrates. Más que “lo que Dios quiera”, fue la vitalidad de la niña y el empeño que le pusieron todo el equipo, los tratamientos y las medidas que hoy podemos darla de alta.
Pero también recomienda a todas las mujeres en gestación acudir a sus consultas y tener el acompañamiento médico requerido. Una infección urinaria no detectada, la falta de control del embarazo, pueden provocar casos de nacimientos prematuros como este que fue un éxito, pero puedo ocurrir una tragedia.
Milagros Guadalupe, salió entre aplausos y porras de la sala pediátrica, cabe destacar que no lloró a pesar del bullicio y de la presencia de los medios de comunicación. Sus ojos estaban abiertos. Las filipinas y batas de convirtieron en paños para enjugar las lágrimas que algunos integrantes del equipo derramaron cuando salía la bebé.
Mili hoy tiene un peso de casi dos kilos, 1950 gramos. Aún es muy pequeñita y deberá afrontar otras batallas. Como la del buen funcionamiento de su corazón, su ojos y sus pulmones. Pero serán otros capítulos de esta historia que apenas comienza y se llama vida.
Si usted no cree que los milagros existen, aquí está ella, se llama Milagros Guadalupe y sí existe. Para que los milagros ocurran a veces se necesita de la ayuda ángeles, que pueden tener alas. O bien, portar bata, filipina, cofia y estetoscopio. No está mal, para un hospital público que necesita mucha ayuda, mucho apoyo, mucho más presupuesto, mucha solidaridad pero también porras. Porque aquí… nacen los milagros.
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