• La muestra “Caravaggio. Una obra, un legado” exhibe la pieza “La Buenaventura” en el Museo Nacional de Arte

Ciudad de México. 21 de febrero de 2018 (Notimex).- El arte inigualable del pintor italiano Caravaggio (1571-1610), reconocido como el primer gran exponente de la pintura barroca, se encuentra en México a través de la exposición “Caravaggio. Una obra, un legado”, que mañana se inaugura en el Museo Nacional de Arte (MUNAL) en la Ciudad de México.

La muestra exhibe la pieza del maestro italiano “La Buenaventura”, proveniente de los Museos Capitolinos de Roma, a la que acompañan 16 piezas del acervo nacional y una instalación multisensorial titulada “Caravaggio Experience”, y será inaugurada este jueves 22 de febrero para concluir el 20 de mayo siguiente.

Durante un recorrido para medios de comunicación se informó que uno de los objetivos de esta muestra es que los visitantes indaguen el legado tenebrista propuesto y difundido por Michelangelo Merisi da Caravaggio, nombre completo del artista, en la pintura europea y novohispana.

Bajo la curaduría de Abraham Villavicencio y Alivé Piliado, la exhibición tiene como eje en torno al cual gira la exposición una de las piezas clave para comprender el desarrollo inicial de este pintor, su primer acercamiento al claroscuro, una de sus características en la plástica.

La directora del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), Lidia Camacho, explicó que la muestra se complementa con 16 obras, así como una instalación multisensorial titulada “Caravaggio Experience”, que permite explorar 57 de las pinturas más conocidas del creador lombardo, mediante recursos digitales.

“Esta experiencia es única en el mundo, pues tenemos, por un lado, una obra significativa de los inicios de Caravaggio y, por otro lado, una experiencia inmersiva, con la que se ingresa a la modernidad para ofrecer al público el arte de Caravaggio de una forma vivencial y cercana”, dijo.

La muestra, estructurada en colaboración de los Museos Capitolinos de Roma y con el apoyo de Microsoft, presenta un primer núcleo titulado “De Italia a México: el legado de Caravaggio”, en el que se hace hincapié en la herencia artística y la apropiación del caravaggismo en Europa y su tránsito hacia México.

Como un segundo segmento se encuentra “Las innovaciones estéticas: naturalismo, tenebrismo y teatralidad”, en el cual se revelan los recursos plásticos del artista adoptados por pintores novohispanos y mexicanos.

Y como último apartado está la exhibición de “La Buenaventura”, una de las pinturas clave para entender el desarrollo inicial del artista y su primer acercamiento al claroscuro.

La obra, de 1596, muestra una dinámica escena entre dos jóvenes abstraída por Caravaggio directamente de las calles de Roma a finales del siglo XVI. Una gitana, que se distingue por su indumentaria con turbante y un manto anudado al hombro, sostiene la palma derecha de un distinguido caballero adolescente para practicar la quiromancia, interpretando las líneas de su mano.

En medio de un juego de miradas entre los personajes, se advierte un intimo cortejo que la mujer aprovecha para deslizar suavemente el anillo que porta el ingenuo joven en su dedo anular.

Se trata de una de las primeras piezas que realizo el artista después de dejar el taller de su maestro, Guiseppe Cesari (1568-1640).

De acuerdo con los organizadores, se trata de la segunda vez que el arte de quien es considerado el primer exponente del Barroco llega a México. La primera fue en 1976, cuando “El laudista” (c.a 1596) visitó las salas del Museo de Arte Moderno, en una exposición que reunía piezas del Museo del Ermitage de San Petersburgo.

Para Villavicencio, “La Buenaventura” muestra los primeros juegos de luces y sombras que más tarde culminaría con el surgimiento del tenebrismo; este modo de pintar, sumado al naturalismo, produce una versión teatral y cruda de la realidad material.

Mencionó que el arte de Caravaggio está presente y vigente en las obras públicas y privadas de las colecciones mexicanas, tanto por su herencia técnica como por su enseñanza academicista.

“La incredulidad de Santo Tomás” (ca.1643), de Sebastián López de Arteaga; “La vista” de la serie “Los cinco sentidos” (c. 1615-1616), de José de Rivera; “Magdalena penitente”, de Francisco de Zurbarán; “Seis apóstoles”, de Baltasar Echave Rioja; y “San Bartolomé”, de Felipe de Santiago Gutierrez, son algunas de las obras que se presentan en esta muestra que estará abierta en el primer piso del recinto.

A la par de la muestra se exhiben la instalación antes mencionada, la cual permite explorar 57 de las pinturas más conocidas del artista lombardo mediante recursos digitales.

Con una curaduría de 48 minutos, esta experiencia conjuga un sistema de multiproyección en alta definición producida por los video-artistas The Fake Factory, con música original de Claudio Strinati.