- El dirigente cenecista de Jalisco, Eliazer Ayala, señala que hay un abandono total a los grandes productores, que ya no tienen subsidios directos ni para propducir ni para asegurarse frente a la eventualidad del mercado y del clima. Tampoco hay una política clara en precios de garantía, “quieren al campesino pobre para que coma de la mano de ellos y vote por Morena”, denuncia
Por Agustín del Castillo
La crisis en que está inmerso el campo mexicano no se debe solamente a las consecuencias del clima volátil, la pandemia de COVID 19 y la manipulación de los mercados. Hay un efecto directo de las políticas deliberadamente omisas del gobierno federal, antaño el gran árbitro y regulador del sector, primero bajo la ideología de la “economía dirigida”, luego, a partir de finales de los años 80, de la apertura comercial al mundo, pero bajo una política de subsidios puntuales para elevar la competitividad del sector productivo.
Hoy, el compromiso era por dos vías: reducir el impacto del libre comercio sin ataduras por medio de precios de garantía para alcanzar la “soberanía alimentaria”, y atender la extrema pobreza de buena parte de la población campesina, justo la que no participa de los mercados. Parece que algo se ha cumplido de lo segundo, pero lo primero está en suspenso: los productores que le pueden dar al país suficiente producción han perdido subsidios directos y no tienen tampoco un precio que les permita seguir.
Eliazer Ayala Rodríguez, líder en Jalisco de la Liga de Comunidades Agrarias y Sindicatos Campesinos, la filial local de la antaño poderosa Confederación Nacional Campesina (CNC), advierte que en realidad, no se persiguen las dos cosas: “lo que el gobierno del presidente López Obrador busca, es tenernos comiendo de su mano, que dependamos de ellos, aunque no haya comida suficiente”.
Esta es la conversación que sostuvo, Eliazer Ayala con BRUNOTICIAS:
– ¿Cuál es su opinión sobre las políticas generales que está aplicando este gobierno para el campo?
– Bueno, sin duda es de todos conocida la política del presidente de la República en el tema de la producción; el presidente no quiere productores, el presidente quiere gente que estire la mano y que reciba lo que el gobierno le dé, pero nosotros estamos acostumbrados a producir para competir, pero [López Obrador] no quiere que los productores compitan, quiere que se produzca menos; apoyar a los pequeños productores, muy pequeños, para que estiren la mano, pero la política agropecuaria no es la que necesitamos para competir con el Tratado de Libre Comercio; necesitamos una política agropecuaria de apertura y de apoyo e incentivos, porque mientras que Estados Unidos y Canadá tienen subsidios del 45 y 50 por ciento, aquí se nos regatea.
Eliazer Ayala apunta: “la única promesa del presidente fue el precio de garantía, y está bien. No queremos que nos dé un puño de fertilizante, 800 kilogramos, a lo mejor a alguna gente le sirve, pero mucha gente que lo recibe lo está vendiendo, porque se lo están dando a los que tienen apuntados en los apoyos de Bienestar. Muchos de ellos rentaron o vendieron sus tierras, pero salen a la esquina y lo venden, no hay quien lo vigile. Entonces este Tratado de Libre Comercio fue diseñado con políticas públicas del gobierno para ser más productivo el campo, para poder competir. Sin embargo, no podemos competir con productores de menos de cinco toneladas por hectárea; entonces el presidente tiene dos opciones: o se sale del Tratado de Libre Comercio, que para mí sería un desastre, o apoya a los productores, para producir más y mejor”.
– López Obrador es crítico histórico del tratado, pero dame datos duros que demuestren que ha sido beneficioso para los productores.
– Mira, dice Eliazer Ayala, hasta antes del TLC (hoy TMEC), éramos productores de tres toneladas por hectárea. Hoy tenemos productores en promedio de 8 toneladas hacia arriba, y tenemos algunos en las zonas de riego llegan hasta 18 toneladas por hectárea; el tratado nos permitió crecer y competir; este gobierno tuvo años de gracia, porque el precio internacional del grano estaba por arriba de las expectativas del gobierno, ¿qué pasó hoy cuando se cae el precio en el mercado internacional? No sale a comprar el maíz; le queremos demandar ahorita reglas claras para poder seguir, porque como tú dices, es un crítico del libre comercio, pero lo hizo suyo […] como lo hizo con el aeropuerto, pudo haberse salido del tratado, ¿y porqué no se salió? Porque es benéfico para el país y para la gente; nosotros hoy somos altamente productivos todavía, pero este gobierno nos está llevando a la quiebra, está llevando al campo a la destrucción: a los porcicultores, a los ganaderos, a los agricultores y a los que producen las hortalizas; tuvimos la cebolla hasta en 50 centavos, los lecheros tiraron la leche, o sea, no es posible que el presidente no enfrente este problema real.
Ayala Rodríguez, agricultor y ganadero de la región Ciénega de Chapala, señala como pernicioso el convenio del presidente con con los grandes industriales para abrir fronteras sin ningún control sanitario y sin ninguna arancel. Eso genera competencia desleal. Se necesitaría un arancel elevado al maíz para que se consuma el local, pero con un precio de garantía previamente anunciado para que los productores tomen sus decisiones.
“Hace falta es una política pública orientada en impulsar la producción y no en destruirla; si él no quiere impulsar la producción en el país, pues que salga el tratado para que tengamos productores de los que él quiere, como en Guerrero y los estados donde producen tonelada y media por hectárea, pero con eso no alimentas a un país, pero si a un pueblo que va a votar por él, es lo que quiere y lo único que le interesa: ganar la elecciones del 24 […] hay una política de acabar con la producción para que todos dependan del gobierno, o sea, expandir la pobreza, porque lo ha dicho: entre más pobres, hay hay más votos para Morena. Está muy claro, o sea, solo el que no lo quiera ver…”.
Una de las salidas del productor, ante la inviabilidad de sembrar granos, es sembrar agave. “Eso ya ha generado una economía muy importante, pero desgraciadamente, como en todo, hay mafias, y aquí la mafia de los tequileros, de las grandes industrias, que también son agricultores de agave, tienen sus propios campos agaveros y cierran y dejan de comprar, y cuando se cae el precio llenan bodegas después con agave casi regalado…”.
Por eso, sostiene el líder cenecista, “la preocupación de los agaveros ahorita es esa: que el gobierno debe de seguir siendo partícipe de la orientación y la producción de la agricultura, para no caer en un tema monopólico como el tema del agave. El maíz siempre se va a ocupar, y lo que debe el gobierno es de fijarse bien, ¿cómo va a poder hacer que sus agricultores compitan con el mundo y principalmente con el Tratado de Libre Comercio? No podemos cerrarnos a la economía de mercado; la economía de mercado, nos da la oportunidad de competir y a nosotros nos gusta competir, pero queremos un gobierno sensible que apoye la agricultura, no que la desestabilice y que la destruya”.
En ese grano básico, domesticado por primera vez en Mesoamérica hace más de cinco mil años, “éramos autosuficientes en maíz blanco, el que se come la gente, y seguimos siendo autosuficientes, pero está en riesgo. Está en riesgo con las políticas de este gobierno. Por ejemplo, tenemos el estado de Sinaloa, que es altamente productivo en maíz y aquí también en Jalisco tenemos productores que pueden sembrarte 100 hectáreas o más, rentadas o como tú quieras, pero la renta se puso muy cara a raíz de lo del agave. Entonces los compañeros de Sinaloa, imagínate que hará sí hoy está en 5 mil pesos la tonelada de maíz blanco en la Bolsa de Chicago. No se saca ni los costos”.
LOS OTROS DATOS DE LA SADER
Eliazer Ayala Rodríguez dice que o no hay información sobre lo que cuestan los insumos para producir granos, o hay una deliberada tergiversación de esos datos para minimizar el problema.
“Sale a decir [Víctor] Villalobos, el secretario de Agricultura, que es de de 22 mil pesos el costo de producción, hasta 32 mil dependiendo de la zona; yo digo que Villalobos se venga a sembrar, se supone que sabe del tema, pero tiene un patrón que no lo deja que sepa, o sea, él no opina, es lo que el presidente en las Mañaneras”, apunta.
– ¿No se trata simplemente de que no hay dinero en el presupuesto para solventar un precio de garantía?
– Exacto, no hay dinero; ese es el otro tema, y por eso están dilatando para que el productor se enfade, pero ahorita ya nos registramos la mayoría de los productores de trigo y le vamos a exigir al Gobierno que salga con el precio de referencia y que nos pague […] si no hay una política clara, se derrumba la agricultura, porque tú no vas a volver a sembrar trigo o maíz el año que viene, y si no hay precio de garantía; no vas a sembrar para que el Gobierno te salga a dar el precio de garantía después de que tu maíz está guardado en bodega; ahí te pones a merced del bodeguero, a cuando te lo pague, o te dice, te lo pago a tanto, y si no quieres, llévatelo; y tú necesitado del dinero porque le debes al acreedor, a veces les debes a los mismos bodegueros; son los que te financian este para sembrar.
– Llama la atención que bajan los precios en el campo pero los productos derivados, como la tortilla o la leche, han subido para el consumidor.
– Nos están pagando vacas a 40 pesos el kilo en canal; el canal son las cuatro piezas sin la cabeza, sin el menudo, sin el hígado, sin tripas, sin patas y sin cuero […] a la gente le cuesta el kilo de bistec a no menos de 180 pesos; a los productores de cerdos les llegaron a pagar hasta 23 pesos, pero nunca bajó la carne de cerdo de 120 pesos al consumidor. Entonces, la apertura que dio el presidente de abrir las fronteras de la carne congelada y deshuesada de hace más de 10 años no ayuda, es un peligro para la salud y es muy cara.
– Y agregamos el problema de la sequía, el cambio climático, La Niña y El Niño…
– Así es; no hay agua para el ganado, no hay pastura, la gente está malbaratando su ganado a cómo te lo paguen; afortunadamente empezó ya a llover, pero hay gente que sembró hace tres meses en seco esperando el agua de mayo, y yo vi no, está perdida la siembra, y lo que sobrevive, con estos calores, pues de una u otra forma se le va la fuerza al fertilizante que le pones al principio, es una pérdida, entonces los costos se te disparan.
– ¿Se comienza a migrar a otro tipo de productos más rentables?
– Sí, porque ya no se es competitivo por el precio tan bajo que traen los alimentos. ¿Sabes que les quitaron subsidio de energía a los chayoteros de Chapala? Tienen concesión de la tierra, pero no del agua; entonces al revisar, les quitaron el subsidio, y de 3 mil pesos que pagaban les llegaron de 33 mil pesos los recibos de la luz. Entonces ya no sale el negocio, hay que dedicar la tierra a otra cosa.
– ¿También perdieron los subsidios para asegurar los cultivos ante eventos climáticos catastróficos?
– Se acabaron los seguros y se acabaron las políticas públicas de apoyo; no hay ningún apoyo para el campo, que no sea el fertilizante que están entregando a muy pocos agricultores; por ejemplo, si en Cuquío hay 3 mil productores, solo le están entregando fertilizante a 500, los más pequeñitos, y muchos ni agricultores son ya. ¿Entonces a qué nos va a llevar? A que seamos dependientes de otros países y entonces sí, venga […] es una deliberada destrucción del sector comercial campesino, de la agricultura que exporta, la agricultura que genera riqueza.
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