- Por Salvador Y. Maldonado Díaz
Guadalajara, Jalisco. 10 de septiembre de 2018.- En el sector agroindustrial de Jalisco quedaron buenos recuerdos del paso de Javier Bernardo Usabiaga Arroyo al frente de la hoy Secretaría de Agricultura Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA).
Varios agroindustriales entrevistados coinciden en que el perfil emprendedor e innovador del finado político guanajuatense se manifestó en sus acciones al frente de la secretaría.
“Javier Usabiaga fue un gran mexicano. Empresario exitoso que abrió puertas en los mercados internacionales para los productos agrícolas mexicanos de alto valor agregado”. Así recordó a Usabiaga Arroyo, el expresidente de la Unión Nacional de Avicultores, (UNA), César de Anda Molina, quien señaló que el ahora finado fue “alquien que creyó en un modelo de producción de vanguardia y lo puso en práctica.
Este entrevistado resaltó que el horticultor de Guanajuato: “fue hombre de trabajo constante y de convicciones muy definidas. Su ADN de origen vasco le dio la capacidad para solventar crisis y etapas muy duras. Fue tenaz, trabajador y visionario. Dedicó parte de su vida al servicio público, haciendo honor a la promesa de los grandes hombres de aportar horas en servicio de su comunidad”. “Don Javier Usabiaga la hizo pero en grande, ofreciendo años en la construcción de un gobierno que fomentara la libre empresa en el campo”, añadió De Anda.
Por su parte, el directivo de Grupo PROAN, Alberto Romo Valadez, hizo memoria que “fue un hombre bien intencionado que logró acuerdos importantes para el país. Don Javier sentó las bases para las buenas prácticas pecuarias entre otras cosas, principio del gran éxito exportador que hoy tiene el sector agroalimentario del país.
El tesorero de la Unión Ganadera Regional de Jalisco (UGRJ), Arnulfo Magaña Ramírez, destacó que el finado “fue un exitoso empresario que intentó cambiar la fisonomía del campo mexicano y que éste tuviera menos corrupción”.
En el sector maicero jalisciense, se recuerda que en tiempo de don Javier, se estableció con recursos del erario a fondo perdido un ambicioso fideicomiso de garantías líquidas para proyectos enfocados a la cadena productiva del maíz.
Este conocido como Fideicomiso para la Rentabilidad de los Agricultores de Maíz de Jalisco (FARAJAL), fue motivo de conflictos entre sus involucrados, lo que trajo consigo su modificación del proyecto original. Este fideicomiso tuvo más de 100 millones de pesos como capital semilla.