• Su alcalde está en guardia ante el turismo depredador
  • Por Salvador Y. Maldonado Díaz

 Atemajac de Brizuela, Jalisco. 18 de noviembre de 2019.- Atemajac de Brizuela es un pintoresco poblado de la serranía jalisciense que tiene como referente más conocido a Tapalpa.

Actualmente vive un momento peculiar para que el flujo de turistas se encauce por la vía sustentable y se revierta la tendencia actual de un turismo destructivo de sus bosques que cada vez más propicia que se disminuya su población de pinos y acumulación de basura en los caminos.

El alcalde Jesús Monroy Moreno expresó que lo que se pretende es inducir un cauce racional al desarrollo urbano y al turismo, “cada día hay menos pinos, tendremos que hacer algo para que tanto los tenedores de bosque, de pinos, encinos y robles, se comprometan más y que también la población que nos visita nos apoye más porque nada ganamos cuando reforestamos y la gente que viene nos destruye lo que  hacemos”.

Resaltó que: “cuando se les permite a los visitantes que ellos entren a los bosques, se trepan en todas las plantas con sus motos, sus cuatrimotos. Perdón que lo diga, pero a veces son una plaga para el medio ambiente”.

PLAN DE ORDENAMIENTO TERRITORIAL

Ante los retos que esto plantea, el edil refirió que en coordinación con la Secretaría del Medio Ambiente y Desarrollo Territorial   de Jalisco (SEMADET-Jalisco), para un plan de ordenamiento territorial que haga conciliable el desarrollo de nuevos fraccionamientos con cabañas y el respeto a los recursos del bosque.

El primer edil adujo que la promoción turística se ha hecho en forma coordinada entre el ayuntamiento y otras dependencias, además de la participación de un consejo promotor que integra a los empresarios turísticos del municipio.

Hizo mención que la ubicación de Atemajac de Brizuela a 26 kilómetros de Tapalpa y de mayor cercanía de Guadalajara, junto con su geografía de pueblo de montaña ( 2 mil 300 metros sobre el nivel del  mar en la cabecera), han propiciado que este municipio, de modo que ha crecido sustancialmente la capacidad de hospedaje. Citó que se tienen unas 700 habitaciones disponibles entre lo que se genera en hoteles, cabañas y hostales.  Su ingreso más rápido se tiene por la carretera libre que se toma después del municipio de Zacoalco de Torres por la vía libre a Manzanillo.

Con orgullo, Jesús Monroy señaló que la ganadería de su municipio se ha mejorado genéticamente, de modo que se cuenta con razas bovinas especializadas en carne y leche.  Refirió lo industriales lácteos de Atemajac de Brizuela son los que surten el mercado de estos producen que consumen los turistas de Tapalpa.

También hizo notar que en el sector agrícola de su municipio se ha cambiado notablemente con los invernaderos de fresas, lo que ha desplazado los plantíos de chícharos y habas, y que reclaman gran cantidad de mano de obra que se completa de municipios vecinos y de otras partes del país, pues hay temporadas en que se requieren hasta dos mil jornaleros.

Asimismo, trajo a colación que a diferencia de otros lugares donde el aguacate ha arrasado con la diversidad de los bosques templados, en Atemajac de Brizuela se conservan especies endémicas, como el tejocote, cuyas varas son icónicas para el borrego a las brasas y los adornos de la fiestas religiosas de San Bartolomé y la famosa imagen de la Virgen de la Defensa, cuyos festejos marianos son compartidos con las vecinas comunidades de Tapalpa y Juanacatlán .

El alcalde hizo una invitación a los turistas que casi no consumen nada del comercio local y que solamente les dejan los montones de basura en los caminos. “Lo que compran en otras partes, aquí también lo tenemos en nuestras tiendas, como alimentos y bebidas”.

En el sector forestal se destaca un vivero de árboles navideños, cuyos propietarios los rentan durante la temporada invernal.    En la parte baja se conservan plantaciones de otate, cuya fibra es materia prima de productos artesanales.

EL DATO

Además de su pintoresca cabecera municipal, Atemajac de Brizuela cuenta con diversos sitios de gran belleza escénica (algunos de municipios vecinos), como La Piedra Balanceada, El Divisadero, Las Presitas y la Piedra Redonda, además de diversos desarrollos turísticos de cabaña en el bosque.

El nombre de este municipio a partir de 1903 tiene relación con el coronel Miguel Marcos del Rosario Brizuela, nacido en Colima en 1822. Radicado en Atemajac, se casó con doña Ildefonsa Vázquez en 1860. Accionista y directivo de la fundidora de Ferrería de Tula, fue testigo de la llegada del presidente Benito Juárez al pueblo de Atemajac en su camino al puerto de Manzanillo. Para combatir a los invasores franceses, Miguel Brizuela fabricó cañones, armas y parque, en auxilio de las fuerzas republicanas; luego convocó voluntarios para formar un batallón y organizar guerrillas, tomando la plaza de Atemajac en octubre de 1866. Antes se llamaba Atemajac de las Tablas.

 

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