Cuando para ser feliz debes comprar: el comprador compulsivo

NOSCE TE IPSUM por: Josman Espinosa Gómez

Si viene el Buen Fin y si reflexionáramos un poco sobre todo lo que hay dentro y alrededor de nuestras casas, y fuéramos honestos y reconociéramos que no usamos todo lo que compramos, seguramente encontraríamos muchos pretextos para argumentar el porqué está ahí la bicicleta o aparato de ejercicio que compramos en la pandemia, o la ropa y zapatos que no nos hemos puesto desde Navidad, pero pocas veces nos preguntamos ¿por qué lo compramos en su momento?

Lo queramos o no, vivimos en una sociedad orientada al consumismo. Esta realidad está dando pie a que cada vez veamos con mayor frecuencia, un perfil comportamental muy concreto: el comprador compulsivo. Siendo estas personas que suplen sus carencias, que alivian sus preocupaciones, miedos o ansiedades mediante la adquisición de productos. La “oniomanía”, o adicción a las compras, esconde en la mayoría de los casos, una falta de autocontrol, depresión y baja autoestima. Son sin duda situaciones muy complejas que pueden llegar a límites desgastantes tanto para el propio paciente como para la familia. Cuando para ser feliz debes comprar, sin quererlo te conviertes en un comprador compulsivo.

comprador compulsivo

Perfil del comprador compulsivo: cuando es una necesidad y no un placer

El perfil psicológico de un comprador compulsivo esconde a una persona con problemas emocionales y personales que intenta suplir esos vacíos mediante el consumismo. No obstante, el acto de comprar acaba generando culpa y más sufrimiento. Cuando comprar es algo que realizas de forma compulsiva porque, en determinado momento, te ha aportado placer, puede que te encuentres siendo un comprador compulsivo sin saberlo. Así, la compra compulsiva también se le conoce con el nombre de oniomanía y se caracteriza por ser una especie de “escape emocional”. La pregunta necesaria en este asunto es: ¿Realmente, comprar te produce placer o es una necesidad para poder ser feliz? Más bien, esto último es lo que caracteriza al comprador compulsivo que busca en cada compra una evasión, un sustituto, para no tener que enfrentarse al verdadero problema. Así que entendemos que detrás del comprador compulsivo siempre hay un desencadenante emocional.

Comprar era tan solo la punta del iceberg. La cruda realidad, la gravedad del problema, se encontraba justo debajo, donde no se veía nada a simple vista. La compra compulsiva es algo que afecta a más personas de las esperadas, por lo general mujeres, aunque esto no exime a los hombres de también padecerla. El gran error es creer que el problema está en comprar, cuando la realidad es que esto es solo una manifestación de algo mucho más doloroso y profundo.

Si nunca has sido un comprador compulsivo y te cuesta mucho poder empatizar con este tipo de perfil, debes de saber porque compra un comprador compulsivo como necesidad y no como una forma de placer:

  • Siente un sentimiento de soledad y vacío personal: la persona compra creyendo que así está llenando ese vacío que siente, pero esto es siempre momentáneo.
  • El gusto de adquirir un nuevo producto: cuando la persona compra un nuevo producto, las emociones y sensaciones positivas que le abordan le empujan a hacerlo otra vez, algo que se convierte en un bucle del que es difícil salir.
  • El miedo a perder: la persona vive en torno a las compras, por lo que si se encuentra en época de rebajas, el miedo a perder una buena oferta hace que sienta unos deseos incontrolables de comprar.
  • Bienestar fugaz: a menudo, tras esa adquisición hay arrepentimiento, culpa, mala conciencia y la sensación de que uno sufre un problema.

Es claro que las acciones de un comprador compulsivo son una evasión ante un problema mayor. Tal vez, la persona se encuentre en un estado de depresión. Puede también, que haya un serio problema en su vida personal, pero el miedo a afrontarlo provoca que necesite “distraerse”. Al final, el comprador compulsivo se encuentra en un bucle constante donde no hay salida posible.

comprador compulsivo

¿Existe un patrón de comportamiento por parte de los compradores compulsivos? ¿Cuáles son las fases por las que pasan? Existen nada más y nada menos que 4 fases de la compra compulsiva. Son los siguientes.

  • Anticipación: los pensamientos y preocupaciones surgen en torno a un objeto, un producto concreto o sobre la propia acción de comprar.
  • Preparación: empiezan las decisiones sobre dónde comprar, el pago, el detalle del producto…
  • Compra: una experiencia que no solo resulta placentera, sino también excitante. El comprador compulsivo espera con ansias el momento anhelado de la compra.
  • Decepción: en cuanto se realiza la compra y se gasta el dinero, surgen los sentimientos de culpa y decepción. Más tarde, surge la ira, rencor y el firme propósito de no repetir la conducta (algo que no se llega a cumplir).

A pesar de que el comprador compulsivo pueda creerse su propia mentira de no repetir la conducta, la verdad es que llegado el momento siempre recae. Es por esto por lo que se necesita una ayuda extra y, en determinado momento y caso, incluso el uso de fármacos.

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