Las instalaciones de Acatlán supusieron una inversión de $1000 MDP
Texto y foto por Salvador Y. Maldonado Díaz.
ACATLAN DE JUAREZ, JAL. Enero 2017.- Luego de un accidentado proceso de construcción y equipamiento que supuso casi diez años, ha entrado en operaciones el rastro privado de Acatlán de Juárez. Sus promotores pretenden contar a la brevedad con el sello Tipo Inspección Federal (TIF), de modo que este centro de matanza sea el mayor en el occidente del país como lugar de sacrificio de reses bajo esta categoría.
Así lo informó el presidente del consejo directivo de Frigorífico de Occidente, empresa promotora de este matadero, Fernando Corona Alcalá, quien refirió que estas instalaciones ya iniciaron sus tareas con el sacrificio de bovinos y equinos.
Detalló que se ha trabajado en ambas especies porque de las dos se tiene una importante demanda, tanto para el mercado interno, como para la exportación.
Hizo mención que al momento se tiene una matanza de diaria de cien animales diarios, lo que se confía incrementar, sobre todo con el reconocimiento TIF de parte de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA).
Corona Alcalá hizo memoria de que el monto acumulado de inversión para sacar adelante este proyecto fue de mil millones de pesos (incluyendo el predio) desde que se iniciaron las obras allá en 2007, cuando se empezó con las gestiones que finalmente han llegado a la etapa actual de operaciones previas a la obtención del sello TIF.
El directivo refirió que este centro de matanza está abierto a todo el público, por lo que se confía en que se vaya posicionado. Dijo que su ubicación en un Estado de gran población ganadera, y su cercanía con el aeropuerto tapatío y el puerto de Manzanillo, le auguran un escenario prometedor para quienes incurran en la exportación de productos cárnicos.
Recordó que por el hecho de que en este proyecto, las organizaciones ganaderas jaliscienses están asociadas, se confía en que el rastro detone en beneficio de toda la cadena productiva jalisciense.
Cuando se iniciaron las obras para este rastro, éste se consideró que sería el mayor del país. Sin embargo, el citado Fernando Corona puntualizó que el reciente centro de matanza del Grupo Viz del empresario Jesús Vizcarra Calderón, establecido en Tlahualilo, Durango, tiene mayor capacidad. Esta empresa norteña es el negocio líder nacional en la engorda de ganado vacuno y el sacrificio de su carne, y en las exportaciones de carne y derivados.
Grupo Viz cuenta también con un importante rastro TIF en Vista Hermosa, Michoacán con una capacidad de sacrificio de hasta 1,500 reses al día en periodos de gran demanda para la exportación de carne.
El rastro jalisciense una capacidad de matanza de 80 a 120 reses por hora, mientras que el matadero norteño cuenta con infraestructura de sacrificio de 160 cabezas por hora y 90 canales por hora en su área de corte, según datos de la SAGARPA.
EL DATO
Entre los accionistas del rastro, figura el gobierno Federal a través del Fondo de Inversión y Capitalización Rural (FOCIR) con 30 por ciento; Gobierno de Jalisco con 11 por ciento; además de accionistas particulares y las Asociaciones Ganaderas Locales (AGL) integradas en la Unión Ganadera Regional de Jalisco.
En Jalisco hay tres rastros municipales con instalaciones TIF: en Arandas, Zapotlán El Grande y San Cristóbal de la Barranca. Solamente el rastro de Arandas cuenta con el sello TIF.