Enérgico mensaje de Navidad del Cardenal de Guadalajara y líder del Episcopado Mexicano

Por Salvador  Y. Maldonado Díaz

GUADALAJARA, JALISCO. Diciembre 2016 En un entorno de “hartazgo social, impunidad, corrupción, pobreza y cinismo de muchos líderes, la Navidad ha perdido un sentido romántico que pudiera dársele y se convierte en una oportunidad para asumir el reto de recibir a Dios hecho hombre”.

Así se expresó el presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), el cardenal tapatío José Francisco Robles Ortega, quien puntualizó que la actual situación de enojo y hartazgo “puede llevar a dos extremos: uno es  la indiferencia y podemos permanecer en esta actitud que puede llevar al país al borde de la violencia; o bien actuar de manera solidaria y fortalecer nuestros valores para desarrollar  nuestras capacidades y buscar que las  instituciones se fortalezcan para soñar con un México mejor”.

Resaltó que tiene carácter urgente que “todas y todos tenemos que hacer nuestra aportación para fortalecer los valores y no podemos dejarnos vencer por la indiferencia y que nuestras instituciones cumplan con su identidad y  su misión. Todos podemos desarrollar actitudes de auténtica solidaridad, cada quien en su campo”.

Enfatizó que “la indiferencia puede hacer pensar que así como es normal que existan gordos y flacos, también es algo que exista la profunda  desigualdad que ocasiona que existan pobres y ricos”.

En alusión al relevo de gobierno en  Estados Unidos, dijo que “el cambio no nos viene de otros países por más vecinos que sean.  El cambio debe venir de nosotros y debe ser asumido por nosotros”.

También detalló sobre las actitudes básicas de tal cambio: “Primero hay que pensar e introyectar nuestra realidad, para definir por qué hemos llegado a este punto”.

Como segundo punto.: “Tenemos que dialogar. Tenemos que confrontar y debatir nuestros puntos de vista distintos. Y por último actuar porque no nos podemos quedar en el análisis y sólo señalar culpables. Tenemos que actuar”, remachó el purpurado.

El también arzobispo de Guadalajara dijo que ante el riesgo de alentar el consumismo en el periodo navideño, el mensaje de Navidad cada vez es más vigoroso, “porque  remite al acontecimiento más importante de  la humanidad y no solo de nuestra generación. El acontecimiento de  la Navidad no es algo romántico, es algo verdaderamente transformador y si lo acogemos tendrá un verdadero dinamismo de cambio de todo aquello que produce hartazgo y enojo en la sociedad”.

Robles Ortega expresó estos conceptos en la tradicional  convivencia navideña del área de comunicación social del Arzobispado de Guadalajara.