- Desarrollado por el CICESE, fue lanzado desde Nueva Zelandia el 28 de junio.
Ensenada, Baja California. 2 de octubre de 2019. Como parte del proyecto “Diseño, construcción y puesta en órbita de un sistema de nanosatélites propiedad de la Secretaría de la Defensa Nacional”, personal del Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada (CICESE) diseñó, construyó y ensambló el primer nanosatélite mexicano, el Painani-I.
El propósito del Painani-I, desarrollado bajo el estándar CubeSat, es servir como plataforma de aprendizaje y de investigación para la Universidad del Ejército y Fuerza Aérea Mexicana.
El diseño, construcción y puesta en órbita de este nanosatélite fue patrocinado por la Secretaría de la Defensa Nacional, por lo que es también el primer nanosatélite desarrollado por una institución académica mexicana que se transfiere a un usuario, en este caso, del gobierno federal.
El Painani-I pasó diversas pruebas de validación pre-vuelo necesarias para autorizar su lanzamiento. De México se transportó a la ciudad de Seattle, Estados Unidos, donde personal del CICESE lo colocó en un dispensador –una cápsula con mecanismos que permiten impulsarlo a su órbita–, para finalmente ser trasladado a Nueva Zelanda, lugar del lanzamiento, en donde se instaló como carga útil en un cohete de la empresa Rocket Lab y se puso en órbita el 28 de junio de 2019 (horario México).
“Se han aprendido lecciones valiosas, como la evolución en la filosofía de diseño, que permitirán el desarrollo de tecnología propia para hacer investigación relacionada con observaciones climatológicas, detección de cambios en el ambiente y otras aplicaciones de percepción remota”, comentó el doctor Salvador Villarreal, investigador del Departamento de Electrónica y Telecomunicaciones del CICESE y líder del proyecto Painani-I.
El Painani-I es un nanosatélite que mide 10x10x30 cm. Cuenta con un módulo de captura de imágenes conformado por cuatro sensores diferentes que funcionan en el espectro visible. Se desarrolló con el propósito de poner a prueba las capacidades que tiene cada uno de estos sensores. A partir de la información recopilada se podrán hacer recomendaciones para construir, en caso de requerirse, un satélite más especializado en cuestiones de percepción remota.